MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cuatro miembros de la Brigada Antiterrorista de la Gendarmería francesa han confirmado en la Audiencia Nacional que los campistas Unai Fano Aldasoro y María Lizarraga Merino, detenidos el 23 de septiembre de 2008 en la comarca de Trelins, pertenecen "claramente" a la organización terrorista ETA.
Así lo han indicado durante la primera jornada del juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional, el segundo que este tribunal celebra contra miembros de ETA por hechos cometidos en el país vecino después de que la Justicia francesa se inhibiera del procedimiento que se celebró en junio de 2009 contra Garikoitz Etxeberria y Asier Larrinaga.
Los acusados, que se han negado a declarar al no dar "licitud" al tribunal que les juzga, se enfrentan a 21 años y siete meses de cárcel por los delitos de integración en organización terrorista, tenencia de armas de fuego y de componentes de aparatos explosivos, falsificación en documento oficial y hurto de vehículo de motor.
Durante la sesión, la presidenta del tribunal, Angela Murillo, ha amonestado en varias ocasiones a los acusados por dar la espalda al tribunal e intercambiar gestos y saludos con la treintena de familiares y amigos que ocupaba la zona de invitados. "Los señores que están con el puño en alto, la próxima vez que lo hagan, se van a la calle", les ha advertido antes de separar a los acusados para forzar que cambiaran de actitud.
DECLARACIÓN EN FRANCÉS
Los agentes, que han declarado en francés, han comparecido por videoconferencia a excepción del jefe de la investigación, que se desplazó hasta la Audiencia Nacional. Éste último ha detallado que la detención se produjo después de constatar que los dos vehículos que conducían los detenidos (un Volkswagen Polo y un Opel Astra) tenían matrículas falsas.
En los registros efectuados en los coches y en la tienda de campaña que utilizaban se localizaron dos pistolas, cartuchos de distinto calibre, un detonador y un cilindro que contenía una sustancia que resultó ser pentrita y clorato sódico. También portaban documentos de identidad falsos --entre ellos, un carné de la Guardia Civil--, y una carta firmada por el aparato de falsificación de ETA (con sus siglas FAL).
Unai Fano, dirigente de Batasuna, huyó a Francia después de que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dictara una orden de detención en su contra tras una comparecencia pública junto a Pernando Barrena y Patxi Urrutia. Por su parte, María Lizarraga había formado parte de SEGI.
