Apuestan por "la militancia por la paz" y piden respeto a lo que la sociedad vasca decida, incluso un cambio del marco jurídico-político
BILBAO, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Mujeres de todos los partidos vascos y navarros, excepto PP y UPN, presentarán el próximo sábado en el Palacio Miramar de San Sebastián un documento a favor de la paz y la reconciliación que suscribirán a título personal y en el que también se exige respeto a lo que decida la sociedad vasca, incluso si la ciudadanía se plantea modificar el actual marco jurídico-político.
El texto está cerrado ya definitivamente después de que en las últimas semanas se hayan intensificado las reuniones para cerrar el documento, la última de ellas celebrada el pasado sábado.
El documento es muy similar al borrador inicial elaborado y hecho público hace meses, aunque se han introducido algunos matices, principalmente, como consecuencia del nuevo escenario abierto tras el alto el fuego permanente decretado por ETA el pasado 24 de marzo.
Tras una fase en la que se ralentizaron los trabajos para cerrar el documento, al conocerse el borrador del mismo, en las últimas semanas se ha dado un nuevo impulso a esta iniciativa hasta que finalmente se ha cerrado la declaración.
El texto inicial fue impulsado por las parlamentarias vascas Gema González de Txabarri (PNV), Nekane Alzelai (EA), Kontxi Bilbao (EB), Genma Zabaleta (PSE-EE), Jone Goirizelaia (Batasuna) y Aintzane Ezenarro (Aralar) y únicamente representantes del PP no participaron en esta iniciativa y no firmarán el texto.
Sin embargo, el manifiesto, al que tuvo acceso Europa Press, cuenta con el apoyo de representantes de todos los sindicatos vascos e incluso será suscrito por organizaciones sindicales francesas. Asimismo, está previsto que también cuente con el apoyo de integrantes de sindicatos y partidos en Navarra, excepto UPN.
"PASOS A LA PAZ"
La mujeres inician el texto asegurando que quienes lo suscriben "a título personal" son "mujeres de distintas ideologías y sentimientos" que, desde lo que "les une y separa" desean explorar "pasos" en la búsqueda de la paz y la reconciliación.
"No pretendemos sustituir a nada ni a nadie. Nuestra única intención es dar un impulso a la situación actual, intentar ayudar en la búsqueda de soluciones aseverando que, la búsqueda de diálogo, sin perjuicios ni condiciones es un buen punto de partida", dicen.
Explican que lo que "les obliga a poner en valor" una "militancia común" al margen de la propia de cada una de ellas, es la intención de trabajar "por un presente y un futuro de esperanza". Reiteran su apoesta por la militancia por la paz, ante tantos saboteadores que la paz tiene, siempre, en todos los conflictos en los que es necesario alumbrarla", indican.
La declaración aclara, como puntos principales, que la consecución de la paz es "una exigencia colectiva" y una "prioridad política", además de "una tarea de todos que "no consiste únicamente en ausencia de cualquier violencia". "El concepto de paz no está vacío", afirman, para añadir que "tiene que ver con la democracia, la justicia social, con un proceso de cambio que permita a la ciudadanía dar por concluidos conflictos históricos", cerrar una página en términos de derecho y libertades".
En el texto se hace referencia a que si "la sociedad vasca, la ciudadanía del País Vasco o Euskal Herria" desean "transformar, cambiar o mantener" su actual marco jurídico-político, debería haber por parte de todos un compromiso de "repetar y establecer las "garantías democráticas necesarias y los procedimientos políticos acordados" para que lo que la que la sociedad vasca decida "sea respetado y, si fuera necesario, tuviera su reflejo en los ordenamientos jurídicos". "Incluso, el cambio del marco jurídico establecido", agrega.
Asimismo, el documento apuesta por avanzar para lograr un escenario democrático que permita y garantice el desarrollo de todos los proyectos en "condiciones de igualdad, por vías políticas y democráticas". En el texto, aseguran que todos los proyectos políticos "se pueden y se deben defender y que no hay que imponer ninguno".
Las firmantes del acuerdo insisten en que "es posible la solución" y creen que, para ello, se debe "intentar ver la parte de la verdad que tienen otras personas". También creen que "dialogar es el paso previo para acordar" y que ello es "fortalecer la democracia, no debilitarla".
