ETA.-Obispo de Sevilla dice que la paz no quiere treguas, sino sólo paz y lograrla "no es pretexto para la violencia"

Actualizado: martes, 30 enero 2007 20:06

Oficia en la Catedral la misa aniversario por Alberto Jiménez Becerril y su esposa, asesinados por ETA el 30 de enero de 1998

SEVILLA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

El cardenal-arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, manifestó hoy durante la homilía que pronunció durante la misa aniversario celebrada en la Catedral en recuerdo del que fuera concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa, la procuradora Ascensión García Ortiz, asesinados por ETA el 30 de enero 1998, que conseguir la paz "no puede ser nunca pretexto para la violencia, para la extorsión, para el secuestro o para la dinamita", al tiempo que expresó que "la paz no quiere treguas, la paz solamente quiere paz".

En la misa estuvieron presentes, junto a la madre y dos hermanos de Alberto Jiménez-Becerril, entre otros familiares, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el presidente del PP, Mariano Rajoy, acompañado por el candidato 'popular' a la Alcaldía de la ciudad, Juan Ignacio Zoido.

Para Amigo Vallejo, si algún tipo de "violencia ha de hablar" es aquella a la que se refería Antonio Machado cuando decía "vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas", porque es la que se refiere al "esfuerzo personal, interior, por buscar la paz".

"Aquellos hombres morían pero su espíritu era el que hablaba", palabras de San Agustín que, según Amigo Vallejo, se pueden aplicar al matrimonio asesinado por ETA, cuyos espíritus continúan "resonando en nosotros con una fuerza llena de luz, totalmente distinta de la fuerza y del ruido que hacían las pistolas, que han dejado dolor y heridas".

El asesinato de Alberto y Ascensión, según el cardenal-arzobispo de Sevilla, fue una "injusticia", un "gesto violento" contra un hombre y una mujer y un "atropello a los derechos más elementales, como el derecho a vivir", mientras agregó que, sobre todo, "fue una agresión a lo más grande que tiene el hombre, la posibilidad de querer a su hermano".

"Una agresión a la dignidad de la persona que resplandece en el amor fraterno", expresó Amigo Vallejo, para quien todo aquello que ofende a Dios y a la dignidad de la persona es "repugnante a los ojos de Dios y de los hombres". "Dice la escritura: no esperéis nada de la violencia porque la justicia y la paz se besan, la paz es la apoteosis de la justicia", recordó.

"Hace años en esta Catedral, pedí a Dios que el pan de cada día no tuviéramos que amasarlo con las lágrimas del perdón y del dolor, y hoy digo las mismas palabras", señaló el cardenal, quien dirigiéndose a Alberto y Ascensión expresó: "vosotros moríais, pero vuestro espíritu sigue vivo".

Al término del oficio, se depositó una corona de laurel, con la leyenda 'Sevilla no os olvida', bajo la lápida que recuerda el lugar en el que fueron asesinados el concejal y su esposa, ubicado en la calle Don Remondo, espina con Cardenal Sanz y Forés, a unos pasos de la Catedral de Sevilla.