Un etarra exculpa a su novia y dice que ella creía que iba "a escalar" cuando en realidad estaba reunido con 'Txeroki'

Actualizado: jueves, 18 noviembre 2010 15:42

Miembros del comando Hego Haizea dicen que poseían nombres de ediles de PSN y UPN para "verificarlos" pero no para atentar contra ellos

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presunto miembro del comando 'Hego Haizea' de ETA Xabier Rey Urmeneta ha asegurado que "mentía e inventaba excusas" para que su novia, Araitz Amatria -acusada de colaboración con la banda terrorista- no sospechara que era miembro de la organización. Según ha dicho, decía a su pareja que iba "al monte a escalar porque estaba agobiado" cuando en realidad acudía a reunirse con el ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki'.

Xabier Rey Urmeneta se ha sentado este jueves, junto al integrante del mismo comando Aurken Sola Campillo, en el banquillo de la Audiencia Nacional acusado de delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y conspiración para cometer asesinatos terroristas, por los que el fiscal Pedro Rubira pide 39 años de cárcel para ambos.

Asimismo, el representante del Ministerio Público reclama 8 años de prisión por colaboración con banda armada para Araitz Amatria y Sergio Boada. Según el fiscal, Rey Urmeneta y Sola Campillo fueron captados en 2007 por 'Txeroki' y con él se reunieron en Francia en octubre de 2008. Allí, el jefe de comandos de ETA les impartió "clases de política" y les entregó informaciones sobre un concejal de UPN, otro del PSE, un escolta y un guardia civil de Burlada (Navarra), además de diversas armas y explosivos.

La Fiscalía les acusa también de haber captado como colaboradores a Araitz Amatria, novia de Urmeneta, que prestó un domicilio de Hendaya propiedad de su tía al "comando", y a Sergio Boada, con quien se reunieron en un bar de Pamplona para entregarle diverso material informático referido a ETA.

ANOTACIONES DE CONTROLES POLICIALES

Durante el juicio oral, Rey y Sola han reconocido ser militantes de ETA y han rechazado que los otros dos acusados hubieran colaborado o pertenecido a la banda terrorista. El primero, ha mantenido que su novia conocía que era partidario de la "lucha armada" ya que conversaban sobre "la situación de Euskal Herria". "Hemos hablado en varias ocasiones de la lucha armada porque es un problema de la tierra en la que vivimos, pero en ningún momento le he dicho que soy miembro de ETA", ha aseverado.

El procesado también ha señalado que reclamó a su compañera sentimental las llaves de la vivienda en la que se reunió con Txeroki bajo el argumento de que iba a visitar a Iñaki Esparza Luri, un histórico dirigente etarra con funciones de mando en el aparato logístico ahora preso en Burdeos. "Somos clandestinos, no se tiene que enterar nadie de lo que hacemos", ha añadido en referencia al secretismo con el que actuaba ante su pareja.

Por su parte, Araitz Amatria ha enfatizado que se enteró de la pertenencia a la organización terrorista de su novio cuando fue detenida en octubre de 2008 en Valencia, a donde se había desplazado para cursar un máster de páginas web. Ha admitido que vio "un cambio de actitud" y "algo muy raro" en Xavier Rey.

Ha reconocido que anotaba la localización de los controles policiales instalados en Navarra con la intención de transmitírselos a Askatasuna, organización que elaboraba "una campaña para finales de año denunciando la represión de Euskal Herria", y ha remarcado que el material sobre comandos de ETA encontrados en su vivienda de Valencia pertenecían a su tío.

Por su parte, Aurken Sola ha indicado que conocía a Araitz por "ser la moza de Xavi" y que tan sólo conocía al otro acusado, Sergio Boada, por "el barrio pero no porque tuviera una amistad profunda" con él.

Tanto él como Xavier Rey han asegurado que poseían siete nombres de un concejal de UPN, un edil y un alcalde del PSN y varios miembros de las fuerzas de seguridad para "verificarlos" pero no porque tuvieran orden de utilizar la "acción armada" contra ellos.

Finalmente, Sergio Boada, ha señalado que colaboró con Askatasuna y que recibió el encargo de Xavier Rey de ordenar documentación sobre fichas de presos y denuncias de torturas aunque no llegó a abrir el material ya que poco después fue detenido en Navarra.

En la fase testifical, han comparecido una docena de policías que han remarcado que el listado de nombres era suficiente para localizar a esas personas y han puesto de manifiesto las "extremas medidas de seguridad" que utilizaban sus miembros.