El etarra "Txapote" se enfrenta al tribunal, llama "monigote de circo" a su presidente y golpea la mampara

El fiscal pide al tribunal que deduzca testimonio de la conducta del etarra por su actitud en "diferentes momentos del proceso"

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 21 julio 2006 17:25
ADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

El dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', se enfrentó hoy verbalmente al presidente de la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, al llamarle "monigote de circo" durante la segunda jornada del juicio por el asesinato del abogado y socialista Fernando Múgica, perpetrado el 6 de febrero de 1996 en San Sebastián. Al inicio de la sesión, ambos mantuvieron un pulso verbal, que incluyó varias patadas del acusado a la mampara blindada y que concluyó con un "Txapote" esposado y de espaldas al tribunal.

El incidente se produjo después de que Guevara le ordenase que se sentara tras haberse levantado éste para ser identificado por una testigo. "Si desea el acusado puede volver a sentarse", le dijo entonces el presidente del tribunal, a quien "Txapote" le contestó: "No me da la gana ahora". "Siéntenle", pidió Guevara con el tono elevado, mientras que García Gaztelu le espetó: "Qué pasa, vamos a estar con las tonterías de siéntese una y otra vez".

Guevara continúo con el enfrentamiento dialéctico hacia el dirigente etarra y llamó a la Fuerza Pública a esposarlo. Esta petición provocó una protesta por parte del abogado de García Gaztelu, Alfonso Zerón, aunque Guevara rechazó que constase "ninguna protesta". "A la silla, que me esposen a la silla, a los pies y a la boca. Así nos queréis", continuó el etarra, que apeló a Guevara: "¿Qué es lo que queréis? ¡circo¡. Todo vale para el circo. Para monigote de circo tú y yo no".

Ante esta actitud, Guevara le ordenó sentarse. Fue entonces cuando dos agentes le esposaron y le obligaron a sentarse en el asiento. "Me vas a decir tú cuando me pudo levantar y cuando no", insistió "Txapote", quien golpeó en dos ocasiones con una patada el bajo de la mampara blindada en la que se encuentra separado de la sala. "Sí, señor aquí ordenó yo", concluyó Guevara con un golpe en la mesa. El pulso verbal finalizó después de que el presidente cerrase el sonido del habitáculo, cuando "Txapote" le espetó que no se podía "imponer" sobre él.

Finalmente, los dos agentes que le custodiaban le dirigieron al fondo de la pecera para impedir que siguiera golpeando los cristales, pero "Txapote" se puso de espaldas al tribunal, al no reconocer su "legitimidad ni para juzgarle a él ni a otros presos vascos que luchas por Euskadi", tal y como aseguró ayer al inicio del primer día de juicio.

Al termino del juicio, que quedo visto para sentencia, Guevara dedujo testimonio contra el abogado de García Gaztelu por ser "acusado de someter a torturas al procesado", después de que éste justificase el comportamiento del García Gaztelu por el intento del tribunal de "subyugar y humillar a su defendido".

"CRUEL, DESPIADADO Y BRUTAL"

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional pidió a la Sección Tercera de lo Penal que se condene al etarra a 72 años de cárcel, al considerarle autor del asesinato "cruel, despiadado y brutal" del dirigente socialista Fernando Múgica en febrero de 1996 en San Sebastián, que se efectuó con un disparo por la espalda en la nuca. Además, solicitó que le imponga la prohibición de acercarse durante 10 años al lugar de residencia de la víctima, donde también se cometió el atentado, una vez que sea excarcelado.

Zaragoza solicitó igualmente al tribunal que se deduzca testimonio de la conducta de "Txapote" por su "actitud en diferentes momentos del proceso". En el caso de que no sea así, pidió que "se le entregue a la Fiscalía un testimonio donde se relate esta circunstancia a efectos disciplinarios dados su situación penitenciaria". A continuación, el fiscal alegó que las pruebas de cargo contra García Gaztelu son "absolutamente aplastantes y concluyentes" para dictar sentencia condenatoria.

El fiscal basó su petición de pena en las declaraciones en la vista oral de José María Múgica, uno de sus tres hijos, quien ayer le reconoció "sin ningún género de duda" como "el asesino de su padre" y le deseo que "se muera en la cárcel". También se refirió a la declaración policial del condenado Valentín Lasarte tras ser detenido, donde reconoció "al detalle" todos los asesinatos en lo que había participado junto a los miembros del "comando Donosti", incluido el asesinato de Fernando Múgica.

Zaragoza, quien mantuvo "una magnífica relación Múgica, aseguró que el abogado asesinado era "un ciudadano de bien, bueno y querido" y añadió que "era un demócrata convencido, un tolerante y un luchador por la libertad". Agregó que este tipo de asesinatos "atacan al corazón de la Justicia y al corazón del Estado de Derecho".

"Ante un asesinato cruel y despiadado, hay que hacer Justicia con Mayúsculas, que incluya cierta reparación para la familia. No es posible reparar el dolor, pero sí mitigarlo con el castigo de los culpables. Con el castigo de "Txapote, aplicando la ley penal con todo el rigor. Esa es la respuesta", concluyó el fiscal.

LA LEY DE LOS HOMBRES

Las palabras más emotivas las pronunció el decano del Colegio de Abogado de Madrid, Luís Martí Mingarro, quien comenzó su informe destacando que Fernando Múgica era "un ser humano, titular al derecho a la vida y a la dignidad". Definió la actitud de "Txapote" de "crueldad absolutamente inhumana" al "creerse dueño de la vida de los demás", apretando "el gatillo una y otra vez".

"Seguro que tiene alma, pero su comportamiento es el de un desalmado", aseveró el abogado, quien prosiguió señalando que "cuando él ha privado a Múgica de ver la luz del día, la oscuridad de la noche o sentir a su familia, a él sólo se le puede privar de la libertad de sentir en la calle la luz del día o la oscuridad de la noche".

"El no matar no es sólo la ley de Dios, sino la ley del hombre. Por eso, pedimos que ya que la vida se la debemos respetar, le privemos de la libertad a través de una sentencia para que no comparta la calle con los que creemos en la ley de no matar", añadió Mingarro, al tiempo que aseguró que el etarra "merece el máximo castigo de los seres humanos a través de la Justicia".

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