El ex abogado dice que la principal acusada de matar a Anna Permanyer preguntó si su hija podría reclamar un piso

Actualizado: jueves, 21 febrero 2008 19:37

Los empresarios andorranos niegan ser testigos de la firma de un contrato de arras entre Permanyer y Carmen B.L.

BARCELONA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El abogado que representó a Carmen B.L. en el litigio por la herencia del marido asesinado, Manuel P.L., aseguró hoy que la principal acusada le llamó "muy preocupada" el día posterior a la desaparición de la psicóloga barcelonesa Anna Permanyer para saber si "algún día su hija menor podría reclamar" la propiedad del piso 18-J del edificio Atalaya, del que ella supuestamente había pagado un adelanto para comprarlo.

En la cuarta sesión del juicio contra Carmen B.L., Anabel T.P. y Joan S.B. por el asesinato de Anna Permanyer en septiembre de 2004 para quedarse con el piso que ésta había alquilado a Carmen B.L., el abogado --que declaró como testigo-- explicó que la acusada le solicitó asistencia y que, ante la situación que le exponía la presunta asesina, le dijo que "mientras haya un proceso penal" no podría reclamar.

Según el abogado y también propietario del 11-E, la acusada le advirtió de la existencia de un contrato de arras por el que había comprado a la fallecida Anna Permanyer, entonces desaparecida, el piso 18-J del edificio Atalaya con dinero de las cuentas andorranas de su marido, a pesar de que durante el juicio por la herencia del marido asesinado de la acusada se comprobó que dichas cuentas no existían.

Ante la "preocupación" de Carmen B.L. --que según el abogado "estaba muy asustada"--, le aconsejó que entregase el contrato de arras a la Policía, ya que la mujer le había asegurado que "la firma era auténtica" y que "no tenía nada que ver con la desaparición". Sin embargo, la acusada le volvió a llamar pocos días después "muy enfadada" porque habían ido a registrar el piso y le acusó de haberla asesorado mal.

Para el abogado, se trataba de un contrato de arras "poco habitual", ya que "no es normal que se pague el 70%" de golpe, cuando lo más frecuente es que se adelante "entre el 3% y el 5%". "Me extrañaron las circunstancias", concluyó Manuel P.L. respecto al contrato de arras.

LOS TESTIGOS DESMONTAN LA VERSIÓN DE LA PRINCIPAL ACUSADA.

Los empresarios andorranos que declararon hoy negaron haber asistido como testigos a la firma de un supuesto contrato de arras por el que la acusada habría comprado el piso 18-J propiedad de Anna Permanyer por la cantidad de 600.000 euros, de los que avanzó 420.000 en metálico en un restaurante, desmontando así la versión dada por la principal acusada. Uno de ellos llegó a asegurar que era la primera vez que veía a la acusada.

En su declaración, Carmen B.L. explicó que el 10 de septiembre firmó en el ya desaparecido restaurante de Barcelona La Oca, el contrato de arras por la compra del piso 18-J del edificio Atalaya de la avenida Diagonal, durante la firma del cual estuvieron también dos empleados de banca andorranos y un conocido de Permanyer.

Los testigos coincidieron en destacar que la única vinculación con la acusada consistió en una reunión en Sitges (Barcelona) para captar a Carmen B.L. como potencial cliente de una sucursal bancaria andorrana, porque ésta había manifestado su interés por cambiar de oficina, aunque finalmente la operación no se realizó.

ENGAÑADOS POR CARMEN B.L.

Varios de los testigos que también declararon hoy aseguraron que fueron engañados por la acusada y que ésta les debía importantes cantidades de dinero, que en total superan los 100.000 euros. Es el caso del ex novio de la acusada, Lorenzo L.R., a quien Carmen B.L. pidió que le prestara 65.500 euros y que se los devolvería en quince días, cosa que nunca sucedió y por lo que fue demandada.

Según este testigo, que convivió en 2002 dos meses con la acusada en el piso 11-E del edificio Atalaya, ésta le aseguró que el piso era propiedad de su padre fallecido y que lo compartía con sus dos hermanos, por lo que le hacía pagar un alquiler. Tras la negativa de la acusada a realizar un contrato, el testigo descubrió en el catastro que el piso no era de su propiedad.

En el mismo sentido, la testigo Mercedes C.F., que también era paciente del marido de Anna Permanyer, aseguró hoy que Carmen B.L. le había dicho que era propietaria del piso 11-E cuando realmente estaba en régimen de alquiler. La testigo no dudó en decir que la acusada "es mala" y añadió que cree que la carta manuscrita anónima que recibió se la había enviado la presunta asesina.

Otro de los testigos del entorno de Carmen B.L., Antonio M.V., denunció que la acusada, con la que se veía con frecuencia, le había robado 42.000 euros de la empresa para la que trabajaba y que llevaba en un sobre. Según el ex amigo, finalmente no se denunció el suceso, pero la empresa le obligó a devolver el dinero, por lo que tuvo que pedir un crédito.

La versión de los testigos coincide con la declaración de la otra acusada, Anabel T.P., quien dijo que Carmen B.L. es una mujer "muy agresiva verbalmente", que se enfadaba con facilidad y se "aprovechaba" de ella habitualmente, ya que le hacía la compra, le cocinaba o le pagaba la peluquería o la recarga del teléfono móvil en alguna ocasión.

Sin embargo, la hija mayor del primer matrimonio de Carmen B.L. renunció hoy a declarar y perjudicar a su madre, a pesar de que en un primer momento aseguró que la mujer "era capaz de matar por dinero".