BILBAO, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La familia de Mikel Salegi, que falleció el 18 de diciembre de 1974 en San Sebastián cuando venía de cenar con sus compañeros del Instituto Social de la Marina al ser tiroteado en un control de la Guardia Civil, consideró hoy necesaria "la memoria histórica" y pidió "el esfuerzo de todos para que la paz sea posible".
En una carta hecha pública esta mañana, la madre y hermanas de Mikel Salegi recordaron que, en un control y "sin más avisos", los guardias civiles tirotearon al joven y a sus compañeros. Mikel Salegi resultó con 18 impactos de bala, que provocaron su fallecimiento.
Tras recordar que el funeral estuvo rodeado de la Policía Nacional y "una primera línea de civiles de extrema derecha armados", que "apalearon" a la familia y a los asistentes al acto fúnebre, relata que el resultado fue de "10 heridos y 200 detenidos".
En esta línea, los familiares de Salegi destacan que, "a raíz de ello se materializó la primera querella popular para denunciar" su muerte, "la brutalidad de la Policía y la dictadura". "Más de 100 personas se acercaron al palacio de Justicia. Las declaraciones fueron muy valientes. No obtuvimos ningún resultado. No hubo responsables y el caso fue sobreseído. Sobre tu juicio -afirman dirigiéndose a la víctima fallecida- no hubo juicio, pues no era posible la petición de responsabilidad penal, sólo civil".
Por ello, para que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse, aseguran que "es precisa la memoria histórica". "Para que nuestro pueblo pueda curar todas las heridas del pasado, todo el sufrimiento de todas las personas de este país, para que podamos construir un futuro para todos y todas, en tu nombre, Mikel, y en el nuestro, pedimos el esfuerzo de todos para que la paz sea posible ya", reclaman la madre y hermanas de Salegi.
