Familiares de acusados por el crimen de Cortegana se contradicen con lo dicho ante la Guardia Civil

Actualizado: martes, 16 enero 2007 16:06

Abogado de la defensa acusa a la Benemérita de haber interpretado la declaración de los familiares "como ha querido"

HUELVA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los familiares de los dos acusados de matar a M.V.C. en el municipio onubense de Cortegana el pasado 1 de enero de 2005, J.M.A.M., de 29 años de edad, y J.A.A., de 20 años de edad, concurrieron durante la continuación del juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva en numerosas contradicciones con lo declarado previamente ante la Guardia Civil.

El juicio, con tribunal popular, continuó hoy con la declaración de familiares y amigos de la víctima; de M.M., el hombre que encontró el cadáver, y de los familiares de los acusados, entre ellos V.A.A., hermana de J.A.A. y prima de J.M.A.M., entre otros.

Así, V.A.A. reconoció que la noche del 1 de enero vio a la víctima en las puertas de un bar de la localidad, donde ella se encontraba junto con dos primas "bailando y cantando". Según declaró, en un momento dado M.V.C. se acercó a ellas y comenzó a bailar, "por lo que me asusté, aunque mi prima me dijo que no me preocupara que no nos iba a hacer nada".

En este sentido, señaló que la víctima "nunca nos tocó", aspecto éste en el que se contradijo con lo declarado ante la Benemérita, cuando dijo que la víctima "me cogió del brazo, me dijo que estaba muy buena y me pegó un tortazo en el culo". Además, aseguró que, posteriormente, en otro local de la localidad, la víctima "no se acercó ni se metió conmigo", cuando ante la Guardia Civil, según puso de manifiesto la acusación particular en repetidas ocasiones, "había dicho lo contrario".

Tras señalar que los dos acusados se encontraban en la discoteca, "aunque no les conté nada del incidente con M.V.", dijo no acordarse de si en la mañana del día 1 había llamado a su hermano para informarle de la muerte de M.V., extremo este que sí puso de manifiesto ante la Benemérita.

En este punto, la defensa de uno de los dos acusados llamó la atención sobre el hecho de que V.A.A. "no sabe leer ni escribir" y acusó a los agentes de la Guardia Civil que le tomaron declaración de, "honestamente o deshonestamente", haber escrito "lo que quisieron o lo que creyeron escuchar".

"A HACER UN MANDADO"

Por su parte, M.A.M., primo de los dos acusados, que también incurrió en numerosas contradicciones con lo declarado previamente, indicó que coincidió con ambos en la discoteca y que vio como se marchaban juntos "para hacer un mandado".

Así, indicó que posteriormente se marchó del local hacia casa, donde vio llegar a los dos acusados "cuando ya estaba amaneciendo" y los acompañó a comprar tabaco y a ayudarles a empujar el coche, "que se había quedado sin gasolina".

Por su parte, también declararon dos sobrinos de la víctima, que coincidieron en señalar que su tío se acercó para bailar al grupo de chicas en el que se encontraba la hermana de uno de los acusados, y que todas salieron corriendo hacia la otra esquina "mientras una decía que no corrieran porque no les iba a hacer nada porque él no era normal".

Asimismo, prestaron declaración F.A.B., cuya hija se encontró la cartera de M.V. la mañana del 1 de enero enterrada en un montón de arena perteneciente a unas obras, y M.S.L., que dijo haber visto a la víctima el mismo día de su muerte "hablando con varias personas que se encontraban en un coche --presuntamente el de los acusados-- con las luces encendidas y en dirección contraria".

Por último, declaró M.M., que fue la persona que encontró el cadáver de M.V. "visiblemente desfigurado, con los pantalones bajados y con un cinturón alrededor del cuello", e indicó que en el lugar, llamado 'El Camino del Chanza', "había marcas de rodaduras de coche y un trozo de parachoques".

Hay que recordar que la Fiscalía de Huelva pide para los dos acusados una pena de 15 años de prisión por un presunto delito de homicidio, mientras que la acusación particular solicita 20 años de prisión y una indemnización de 82.574 euros a la madre del fallecido, argumentando en su escrito de calificación de los hechos que los dos procesados "se aprovecharon del estado de embriaguez y de la disminución psíquica, de un 75 por ciento, de la víctima, que falleció a causa del derrame cerebral producido por los golpes sufridos".

Asimismo, la acusación popular, ejercida por el Ayuntamiento de Cortegana, pide para ambos acusados una pena de 20 años de cárcel por el presunto delito de asesinato con la agravante de abuso de superioridad.

Por su parte, los abogados de la defensa pidieron la libre absolución de sus representados al entender que "no participaron en ningún momento en los hechos que aquí se enjuician". Así, la vista oral continuará en el día de mañana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva con las pruebas testificales.

LOS HECHOS

Según la calificación provisional del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el día de los hechos los acusados contactaron con M.V.C., quien se hallaba celebrando el año nuevo bebiendo por distintos locales de Cortegana, de donde se conocían por ser vecinos de la localidad.

Tras contactar con la víctima, la convencieron para que se montara en un vehículo, propiedad de J.M.A.M., que era quien conducía. Según el fiscal, en un momento no concretado y aprovechando el estado de embriaguez en que se encontraba M.V.C. y las fuerza que les daba el ser dos contra uno, ambos acusados le golpearon reiteradamente con el propósito de acabar con su vida y causándole lesiones de distinta consideración, entre ellas una hemorragia subaracnoidea interparietal difusa, la cual provocó una parada cardiorrespiratoria que causó la muerte de M.V.C.

Tras ello, la Fiscalía indica en el escrito que los acusados se trasladaron en el mismo vehículo hasta un camino de tierra situado a las afueras de Cortegana y denominado 'Camino del Chanza', donde arrastraron a la víctima hasta dejarla tumbada en el borde del camino con los pantalones bajados y un cinturón enrollado en el cuello. El cadáver fue hallado por un vecino en la mañana del 1 de enero de 2005.