Feijóo ve "oportunista" un congreso antes de elecciones y lo convocará después para que lo "juzguen" por los resultados

Actualizado: domingo, 13 julio 2008 15:58

Promete "consensuar" las listas porque no cree "en caudillismos ni en baronías" y se erige en alternativa a un bipartito "egoísta e inútil"

Pide al PSOE que no "boicotee" el voto en urna y ofrece a Touriño "ser el que lo consigue" para "rentabilizar" su Presidencia

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, se comprometió a celebrar un congreso regional después de las próximas autonómicas para que que los militantes lo "juzguen" tras conocer el resultado electoral. De este modo, rechazó el "oportunismo político" de celebrar un cónclave del PPdeG ante de los comicios.

"Eso solamente me beneficia a mi pero no beneficia al partido", expuso en una entrevista a Europa Press, además de subrayar que el congreso regional "no toca". Por eso, consideró que "lo honrado" es "someterse" a la "confianza" de los afiliados en base al resultado de los comicios.

Respecto a las autonómicas, negó que sea una prueba de fuego para el actual presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. "Son una prueba de fuego para el Partido Popular de Galicia. Quien pierde y quien gana somos nosotros: es el partido y soy yo", replicó, aunque admitió la "especial consideración" del PP nacional con esta comunidad. Puesto que "el que se examina ante el pueblo gallego es el PPdeG", insistió en que "nadie puede hacer un examen por ti".

Preguntado por si solicitará una segunda oportunidad para lograr acceder a la Xunta en el caso de que no lo consiga el próximo año, prosiguió con la misma metáfora y pidió "examinarse en la primera oportunidad antes de hacer cualquier otro planteamiento". En todo caso, rechazó que ganar las elecciones pero no conseguir mayoría absoluta sea "un aprobado raspado".

PACTO CON EL BNG.

Si se produce este escenario, Feijóo no descartó negociar un posible pacto con el BNG pero lo aplazó a "después de las elecciones" puesto que, a su juicio, el PP no debe hablar por el momento "de otra cosa" que no sea vencer en las autonómicas.

No obstante, adjudicó a los nacionalistas gallegos una "muy mala estrategia" en los últimos años por haber actuado "de acompañante y en muchas ocasiones de monaguillo" del PSOE. También le reconoció un "planteamiento equivocado" por haberse "obsesionado con que el PP no gobierne en ningún sitio" y por "entregarle el poder" a los socialistas sin que éstos "gobernaran en las urnas".

Como ejemplo, aludió a la postura de la formación frentista respecto a las infraestructuras gallegas. Al respecto, dio la "bienvenida" a los nacionalistas por haber votado a favor de crear la subcomisión de seguimiento de las obras después de haber "acompañado" al PSOE en la postura contraria a pesar de la "paralización" del AVE en los últimos cinco años.

"Ahora se da cuenta --el BNG-- de que ya no aguanta más esta operación cosmética", manifestó, y elucubró con que la formación frentista "probablemente" se esté "replanteando" su estrategia de cara a las elecciones.

"OBSESIÓN" POR EL DIPUTADO 38

En todo caso, por el momento el líder de la oposición se marcó como única "obsesión" conseguir que el "diputado 38" se anote en el "marcador" del PP, un objetivo que prevé "más fácil" que el del PSOE de convertirse en la primera fuerza política de la comunidad gallega.

Así, se mostró "muy optimista" sobre la posibilidad de obtener la mayoría absoluta, convencido de que los gallegos "no van a apostar por cuatro años más de una bicefalia egoísta e inútil". Tras poner como paradigma de este diagnóstico el funcionamiento de la sanidad, la ideologización de los servicios sociales, la "falta de transparencia" o las dificultades de los sectores lácteo y pesquero, redujo a "una moda" el Gobierno bipartito y auguró que está "en sus últimos momentos".

En este sentido, dio por hecho que "la moda de todos contra el PP no le vale a la sociedad" en la actual situación de crisis, por lo que erigió al Partido Popular en "la única alternativa" para ofrecer "trabajo y soluciones" a los gallegos.

"El bipartito ha copiado viejos vicios e incorporado problemas nuevos", resumió y, frente a eso, se ofreció a presidir Galicia con una política que no sea "exacta" a la aplicada por el ex jefe del Ejecutivo autonómico, Manuel Fraga. "Porque estamos 19 años después", justificó, aunque destacó que la del político vilalbés es la única foto que adorna su despacho para ilustrar que le debe "muchas cosas" y que la de Fraga es una "herencia aprovechable".

Para imponerse en las urnas, Feijóo se mostró decidido a "seguir" incluyendo "caras nuevas" en el partido. Así, dará continuidad al proceso iniciado desde que sucedió a Manuel Fraga --en enero de 2006-- y que ejemplificó con la elección ayer de José Manuel Rey como presidente del PP de Ferrol con "sólo 32 años", o con los procesos congresuales celebrados esta semana en Santiago, Tui y Sarria.

RENOVACIÓN "CASI SEMANAL".

Para continuar la renovación "casi semanal" de su partido, ironizó con que cuenta con los 815.000 gallegos que aproximadamente votaron al PP en las últimas generales para configurar las listas. "Y con más del PSOE y del BNG que no nos votaron pero que pueden hacerlo", apostilló y, aunque evitó hacer "cálculos porcentuales", sentenció que "se va a renovar".

En todo caso, garantizó su intención de "consensuar" las listas con el resto de los dirigentes del PP gallego. "No creo ni en caudillismos ni en baronías", sentenció, y reivindicó su "liderazgo responsable" dirigido a "convencer, que no a vencer" a los "compañeros" de su partido. Por esta razón, confió en que, como en las generales y en las municipales, no tendrá "ningún problema" para pactar las listas con los presidentes provinciales.

Pese a todo, anunció que hará un "balance honrado" del rendimiento de los 37 diputados con los que cuenta el Grupo Popular en la actualidad para, posteriormente, hacer "una propuesta de las personas a mantener y de las personas a incorporar". Al hilo de este asunto, admitió que en el inicio de esta legislatura la iniciativa parlamentaria correspondió a PSdeG y BNG, pero añadió que en la actualidad el PP ganó "en mensaje y en frescura" a los socios de la Xunta.

"Después de veinte años sin hacer oposición, el PP ha sido capaz de ganarse el respeto en la Cámara y de marcar una línea de oposición distinta a la que nos hicieron a nosotros", resumió, y destacó la "generosidad" de los populares por consensuar "más leyes, más mociones y más proposiciones que ninguna oposición en la historia de la democracia".

VOTO EN URNA.

También reivindicó que el PP "cumplió su obligación" al presentar tres denuncias en la Justicia por asuntos vinculados con la Administración y, al margen de cuál sea la sentencia judicial, puso como ejemplo que se admitiese a trámite la querella por la adjudicación de la vía de O Barbanza para concluir que el juez tuvo "las mismas dudas" que los populares. "No hay que tener miedo a defender en lo que crees", respondió, y añadió que "lo volvería a hacer" en defensa de la hacienda pública.

Por otro lado, Feijóo apeló al caso de la supuesta agente electoral del PSdeG, otro de los asuntos que el PP llevó a los tribunales, para urgir la reforma electoral que garantice el voto en urna de los emigrantes. Al respecto, exigió al PSOE que "no boicotee" en el Congreso la proposición de ley que las fuerzas gallegas aprobarán mañana en el Parlamento autonómico en un pleno extraordinario porque, a su juicio, "sería peligrosísimo decir una cosa en Galicia y otra en Madrid".

Tras mostrar su deseo de que los socialistas "no caigan en la tentación" de "vetar" en las Cortes la decisión de la "Cámara gallega", ofreció a Touriño ser "el presidente que consiguió el voto en urna". "Tiene una posibilidad enorme de rentabilizar su Presidencia", dijo, y recalcó la importancia de esto para la "biografía política" del presidente de la Xunta.