MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
La fiscal Anticorrupción Carmen García abroncó al agente de la Guardia Civil José Luis Rodríguez Talamino durante su declaración en el caso Púnica, en el que está imputado por avisar al ex secretario general del Partido Popular (PP) de Madrid y presunto cerebro de la red Francisco Granados de la existencia de la operación. "¿Es usted consciente de la decepción que nos provoca?", le preguntó.
Según el sumario de la operación Púnica, al que ha tenido acceso Europa Press, Rodríguez Talamino, destinado en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se dirigió a Granados durante las fiestas de Valdemoro para advertirle de que había participado en la colocación de un dispositivo de vigilancia a las puertas de las oficinas de las empresas de su amigo y socio David Marjaliza, en el centro comercial Plaza Éboli de Pinto.
En su declaración, una de las más tensas del procedimiento, el agente niega el chivatazo, acreditado en las conversaciones intervenidas a Granados con su asesor en Seguridad José Luis Caro Vinagre, y reconoce que haberlo realizado habría sido "un golpe muy bajo". En otro punto del interrogatorio, sin embargo, admite: "Yo he podido decir hasta donde he podido tener conocimiento".
La fiscal García, notablemente indignada, toma la palabra para comentar que ha "vivido en tiempo real" estos acontecimientos y que le han "dolido" personalmente. Es entonces cuando dirige una batería de preguntas al imputado: "¿Usted trabaja en la UCO? ¿Tienen un horario establecido o cuando tienen una operación se quedan mucho más tarde o entran más pronto de la hora de entrada? ¿Es gente que está totalmente involucrada en las operaciones en las que está trabajando y que trabaja muchas más horas de las que debería trabajar?".
Rodríguez Talamino asegura que él se "incluye" entre los agentes que hacen horas extra para sacar adelante las operaciones pero la fiscal continúa interpelándole con dureza. "¿Es consciente de lo que puede suponer para una operación pasar una información y la decepción que puede suponer para las personas que están trabajando en ella?". "Soy consciente y me parece un golpe muy bajo", admite.
TALAMINO HABÍA "BEBIDO UN POCO"
Durante su comparecencia el agente asegura que "en ningún momento" ha sabido que a Granados y a Marjaliza se les estaba investigando y niega la conversación de las fiestas de Valdemoro, que se produjo, según la fiscal, cuando Talamino iba "contento" porque había "bebido un poco".
Lo único que admite el agente es que tenía "conocimiento de la existencia" de la operación porque se le había pedido "apoyo" para preparar el dispositivo de vigilancia. "Preparé el vehículo pero no lo instalé, sabía que había que cubrir la entrada a un edificio y pregunté distancias, orientación, planos, las condiciones... pero yo no lo instalé", explica.
También niega haber hablado de este asunto con Caro Vinagre, imputado en la causa por el espionaje a políticos madrileños, a quien el exdirigente 'popular' pidió que hiciera gestiones con Talamino porque el asunto tenía "muy mala pinta". "No le he comentado a Caro nunca nada de Granados. Hablo de cosas pero a un nivel mucho más genérico, si hay una oleada de delincuencia en Valdemoro o si una banda de rumanos está reventando naves industriales", señala.
"ME DIJO QUE CON GRANADOS NO VA NADA"
Sin embargo, el propio Caro Vinagre contradice a su amigo y compañero de academia en su declaración, en la que admite que se reunió con Talamino a petición de Granados, que estaba "nervioso" y llegó a desplazarse a su casa en Valdemoro para trasladarle su preocupación. "Llamé a Tala y quedamos y me dijo que con Granados no iba nada", explica.
El imputado, asesor de Seguridad de la Comunidad de Madrid desde julio de 2007 hasta el pasado mes de junio, niega haber realizado gestiones en la UCO para intentar conocer más datos de la operación y asegura que Talamino, al que conocen cariñosamente como "el calvo", está "arrepentido". "¿Está arrepentido de qué?", pregunta la fiscal. "De haber contado esto al señor Granados", contesta.
El juez Eloy Velasco pregunta en otro punto del interrogatorio si el 13 de septiembre de 2013 no se reunieron Granados, Rodríguez Talamino y él para hablar de este asunto, como queda reflejado en una conversación telefónica en la que el asesor le dice al exconsejero del Gobierno madrileño que le "había traído al calvito". "Ese es un amigo que se va a Guatemala porque trabaja en una empresa de construcción y esa reunión fue para ver el fútbol", asegura.