El Fiscal denuncia el proceso paralelo y defiende la investigación judicial como vía para descubrir la verdad del 11-M

Actualizado: lunes, 11 junio 2007 23:17


MADRID, 11 Jun. (OTR/PRESS) -

"No hay nada más hermoso que buscar la verdad; no hay nada más indigno que buscar la mentira y pretender que se convierta en verdad". Parafraseando a Cicerón, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, coronó un alegato final en torno a la investigación judicial de los atentados del 11-M en el que no dio tregua a los seguidores y propulsores de la 'teoría de la conspiración'. Así, denunció que, frente a un proceso que garantizará que "miles de personas" tengan justicia, ha existido "un proceso paralelo" que ha provocado "situaciones propias de esquizofrenia judicial", como "un intercambio de roles entre las partes".

Aunque se esperaba que fuera la fiscal Olga Sánchez, que participó en la instrucción de los atentados del 11-M, la que tomara la palabra, finalmente fue el fiscal jefe de la Audiencia Nacional el que inició la lectura del informe definitivo del Ministerio Público. Zaragoza defendió que la vía judicial es la única que ofrece garantías para llegar a saber quiénes fueron los autores de la masacre y cuáles fueron sus razones. Por ello rechazó que una investigación judicial evolucione "por especulaciones sin fundamento", porque "no se puede estar investigando años y años unos hechos de estas características cuando ya se han aportado pruebas".

Esto, según dijo, provocaría que la investigación no se cerrase, que concluyeran los plazos de prisión, los acusados quedaran en libertad sin juicio y se demostraría la incapacidad de nuestro sistema judicial. "La verdad se habría ocultado y se hubieran quedado sin justicia miles de personas", censuró, antes de remachar que la investigación judicial ha permitido atribuir la autoría de una célula terrorista estrechamente vinculada con el yihadismo y radicada en los principios de Al Qaeda. "Es una evidencia completamente demostrada en el proceso y en el proceso penal son las pruebas y no las especulaciones las que permiten condenar", sentenció.

UNA VERDAD PRECONCEBIDA

En este sentido, señaló que la comisión de investigación parlamentaria que se inicio el 6 de julio de 2004, sirvió de "caja de resonancia" para los que aún piensan que el proceso judicial no serviría para descubrir la verdad. Así, Zaragoza denunció la existencia de "un proceso paralelo" que ha creado "situaciones propias de una esquizofrenia judicial", llegando incluso a desembocar en "un intercambio de roles entre las partes en este proceso", en referencia a la actuación de "algunas acusaciones" que defienden la autoría de ETA y "prescinden de las pruebas". "Se ha intentado convertir en auténtica una verdad preconcebida e interesada", señaló.

"No se puede intentar desesperadamente encontrar una trama criminal o policial que convertir en resultado último de los atentados, esto no es compatible con la regla de administrar Justicia", proclamó Zaragoza. Así, recordó que a pesar de que en un principio "todos giramos la vista hacia una organización terrorista que venía atentando durante cuatro décadas en España", las investigaciones llevaron a la autoría islamista. "Es evidente que a partir del día 12, con la aparición de las primeras pistas islamistas confirmadas el 13, la pista de ETA estaba descartada y surgía con fuerza la teoría de autoría de un grupo yihadista", añadió.

CENTENARES DE PRUEBAS

Frente a ese "proceso paralelo", el fiscal jefe contrapuso un proceso judicial "dirigido por un juez instructor independiente e imparcial" y que "cuida la legalidad en la obtención de las pruebas" para obtener "la verdad material". "Las pruebas se cuentan por centenares, pruebas de carácter incriminatorio, de las que se deducirá la participación de los hechos de los acusados", subrayó. En clara referencia a los medios de comunicación, Zaragoza señaló que aunque la libertad de expresión debe defenderse en todo caso "no es legítimo que se organicen campañas" o "se publiquen críticas" poniendo en duda la imparcialidad de jueces y fiscales.

"Esto genera un importante descrédito del sistema Judicial Penal", señaló, al tiempo que criticó la creación de sospechas en torno a la Policía, la Guardia Civil o los miembros de las Fuerzas de Seguridad en general en función de las denuncias de algunos confidentes, cuando lo cierto es que éstos "hurtaban información básica que si hubieran proporcionado hubiera evitado los atentados". Además, Zaragoza recordó algunas de las sospechas sembradas por los 'conspiranoicos', como que la mochila de Vallecas no procedía de los trenes o que los detonadores y el fragmento de explosivo localizado en la Kangoo, y el Skoda Fabia, "fueron colocados por alguien".

"Se han llegado a suscitar dudas sobre el hecho de que la explosión de Leganés no fuera un suicidio de miembros de la célula terrorista, sino un montaje y se ha dicho que los cadáveres fueron colocados", algo que consideró "ridículo". En este sentido, puso de manifiesto que, en relación con los objetos hallados en el interior de la Kangoo, se localizaron perfiles genéticos entonces desconocidos y que después se demostró que estaban relacionados con los atentados y que el abogado de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, José Luis Abascal, intentó colar como un temporizador habitualmente usado por ETA "un simple programador de lavadoras".

LA GOMA-2, EL TITADYNE

"Esto sería grotesco si no hubiera 191 muertos y 1.841 heridos", aseveró Zaragoza, que recordó que "cientos" de personas viajaban en la mañana del 11 de marzo de 2004 en los trenes y que las imágenes de lo que pasó aquel día se les quedaron "grabadas en la retina". Por último, el fiscal jefe defendió también que la prueba de los explosivos localizados en los trenes y otros escenarios de la masacre "es importante pero no absoluta", pues se debe contrastar con las demás pruebas periciales. En todo caso, señaló que el hecho de que los expertos no hayan podido determinar qué estalló "no quiere decir que lo que estalló no fuera Goma-2 ECO".

"La pericial es una prueba más entre el cúmulo que debe ser calorado para determinar que es lo que estalló en los trenes", insistió, señalando a continuación que, no obstante, "carece de sentido deducir que era Titadyne por una sola muestra de 23". En la misma línea se refirió a la presencia en otras 22 muestras de ftalato de dibutilo, exclusivo de la Goma-2 ECO. Sin embargo, Zaragoza dejó claro su criterio: "da igual que explosivo se utilizara" ya que lo importante es "que todas las pruebas apuntan" a que los acusados fueron los responsables de la masacre. "No se puede decir que, como no se sabe qué explosivo estalló, todos los acusados no tuvieron relación", remachó.