MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez pidió hoy a la Sección Primera de lo Penal de este tribunal una condena de 9 años de prisión para el presunto etarra José Luis Beotegui Ibáñez de Opacua, alias "Pepelu", por un delito de pertenencia a banda armada, al considerar acreditado que sirvió de correo e intermediario para cobrar el impuesto revolucionario, ocultó etarras huidos a Francia y realizó labores de captación de personas para integrarse en ETA.
Nada más comenzar la sesión, el tribunal interrumpió durante más de veinte minutos el interrogatorio del acusado, quien comenzó a encontrarse mal cuando su abogada, Arantxa Zulueta, le preguntó sobre la declaración que prestó en octubre de 2004 en dependencias de la Guardia Civil en Madrid, donde detalló su actividad bajo las órdenes de la banda terrorista. En este momento, Beotegui se quitó las gafas y agachó la cabeza, cubriendo su rostro con ambas manos.
Minutos antes, Beotegui, que se negó a contestar a las preguntas de la fiscal, manifestó que cumplió 2 años de condena por un delito de colaboración con ETA y huyó a Francia, después de que el Tribunal Supremo le elevase la pena a 6 años. Explicó que en el país vecino le detuvieron las autoridades francesas y le deportaron a Argelia, donde le expulsaron a Cabo Verde. "En 1996, rompí mi deportación y regrese a Francia para vivir libremente junto con mi mujer y mi hija", apuntó.
A preguntas de su letrada, el procesado rechazó haber tenido cualquier relación con ETA y afirmó que "bastante" sufrió durante su deportación como "para volver a meterse en líos". "Estuvo 20 años fuera de España y cuando regresé llevé una vida normal", agregó Beotegui.
"ACTIVIDAD DILATADA".
Por el contrario, la fiscal subrayó en su informe la actividad "dilatada" del procesado, el que definió como "un histórico de la banda", puesto que desde 1985 siguió órdenes de la jerarquía de ETA en Francia. Le acusó de realizar durante su primera etapa de su estancia en Francia labores de correo, entregando sobres a personas, a quienes ETA exigía el pago del impuesto revolucionario.
Asimismo, manifestó que "Pepelu" también concertaba citas, hacía de intermediario del entonces jefe militar de ETA, Ibon Fernández Iradi, "Susper", realizaba labores de captación de personas para integrase en la organización terrorista y trasladaba y ocultaba a etarras huidos a Francia.
En cuanto a las pruebas de cargo, se refirió a la declaración "autoinculpatorio" ofrecida por Beotegui ante la Guardia Civil y la Audiencia Nacional, donde detalló, entre otros aspectos, que actuó como intermediario para el cobro del impuesto revolucionario a cuatro prestigiosos cocineros vascos, lo que abrió una causa que fue archivada, al no encontrarse indicios de dicho pago, exigido por ETA a los empresarios vascos.
Beotegui también reconoció entonces que el etarra Xabier Esquerra le pidió que recogiese en Hendaya a los integrantes del "comando Ustorgi", formado por Unai López de Ocariz, Roberto Lebrero y Aitor García Aliaga. Además, admitió que les trasladó y les ocultó en su domicilio.
La fiscal aludió, igualmente, a la testifical prestada por varios guardias civiles, quienes explicaron al tribunal que el camionero Pedro María Alcantarilla Mozota, actualmente en prisión preventiva en Francia, declaró que pidió a Beotegui que le ocultase junto a su mujer, Lourdes Urdampilleta Iturburu, después de la detención del etarra Ignacio Gracia Arregui, alias "Iñaki de Rentería".
Alcantarilla, relacionado con el aparato logístico de ETA, y su esposa fueron arrestados en Burgos, en octubre de 2004 tras encontrar en su vivienda de la localidad francesa de Urrugue un zulo, en el que se encontraron una importante cantidad de armas, explosivos y documentación falsa.