Gobierno dice que la indisciplina del comandante militar de Lugo y los generales Blas Piñar y Mena son "casos aislados"

Actualizado: viernes, 22 febrero 2008 15:47

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hoy que los últimos casos de indisciplina en las Fuerzas Armadas son "aislados" y están ya "controlados", al haberse aplicado el régimen disciplinario, al tiempo que destacó la valía profesional de los 130.000 militares españoles.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega afirmó, al ser preguntada sobre si el Gobierno está preocupado por los últimos casos de indisciplina en las Fuerzas Armadas, que éstos son "casos aislados" que ya han sido "controlados"y "conducidos" con arreglo al régimen disciplinario. "Creo que no tiene mayor trascendencia que la del caso concreto, que, repito, es un caso aislado y que, por tanto, está en el lugar en el que tiene que estar", agregó.

La vicepresidenta inició su respuesta insistiendo en que España tiene las mejores Fuerzas Armadas de su historia, integradas por "unos grandes profesionales", "admirados en todos los sitios" y reconocidos a nivel nacional e internacional por su labor en las misiones de paz. "Esa es su misión fundamental: garantizar la paz, la seguridad y la estabilidad de todos", subrayó la vicepresidente, para después insistir en el orgullo que siente por el trabajo de los militares españoles "dentro y fuera de España".

En los últimos cinco días, el Ministerio de Defensa ha tenido que afrontar tres 'episodios' distintos de indisciplina por parte de otros tantos altos mandos del Ejército de Tierra, los generales ya retirados José Mena y Blas Piñar y el comandante militar de La Coruña y Lugo, el coronel Lorenzo Fernández Navarro de los Paños.

El primer 'capítulo' lo protagonizó el ex jefe de la Fuerza Terrestre, el teniente general retirado José Mena, quien presentó un libro en el que, además de criticar duramente al Gobierno, desveló que expuso en octubre de 2005 ante la cúpula del Ejército que el Rey debía intervenir ante la deriva del Estatuto catalán con el apoyo de las Fuerzas Armadas. La revelación de sus propias palabras podría ser constitutiva de delito, toda vez que las deliberaciones en el seno de los Consejos Superiores de los Ejércitos son secretas.

El segundo en saltar a la opinión pública fue el comandante militar de La Coruña y Lugoo, que fue cesado de su cargo y arrestado por hacer consideraciones políticas en un informe en el que tenía que enumerar los símbolos franquistas que pudieran existir en las depedencias bajo su mando.

Según publica el diario El País en su edición de este viernes, el último caso de indisciplina fue protagonizado por el general de Brigada en la reserva Blas Piñar, quien remitió a la cúpula del Ejército una carta con duras críticas al actual Gobierno por no haberle dado mando desde que ascendió al generalato. El citado periódico asegura que ha sido expedientado por orden del jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general de Ejército Carlos Villar Turrau.