De la Vega destaca que Zapatero ya hizo llegar a la familia Blanco su solidaridad con motivo del décimo aniversario de su asesinato
MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hoy que el Ejecutivo "ha trabajado, trabaja y trabajará" por la defensa de los valores del espíritu de Ermua, es decir, por "el recuerdo a las víctimas y la unidad frente a ETA". "Esos principios y responsabilidades son incompatibles con la desunión y con su utilización en el debate político", resaltó.
En la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega tuvo palabras de recuerdo para Miguel Ángel Blanco y su familia con motivo del décimo aniversario de su muerte a manos de ETA, palabras que hizo extensibles al resto de víctimas del terrorismo "sin excepción".
La ministra de la Presidencia destacó que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya mostró su solidaridad a la familia Blanco con motivo de esta conmemoración para reiterar seguidamente a sus miembros "el apoyo y el reconocimiento" del Ejecutivo.
Según estimó De la Vega, el concejal asesinado por ETA fue "ejemplo de una nueva generación de españoles libres y comprometidos" que poseía, además, "ambiciones personales y colectivas" y un "acusado sentido del deber del servicio". Esto es, apuntó la vicepresidenta, Miguel Ángel Blanco "tenía todo lo que le faltaba a sus asesinos".
"TODOS ESTAMOS FRENTE A LOS ENEMIGOS"
En este punto, la vicepresidenta primera del Gobierno destacó que hace díez años "todos los demócratas" estuvieron "luchando contra la barbarie, contra la crueldad, contra el sinsentido de la violencia totalitaria transmitida por ETA", y que ahora, al igual que hace díez años, "todos estamos frente a los enemigos de todos".
"Ésa es y sigue nuestra posición, ése es y sigue siendo nuestro deseo y por eso hemos trabajado, trabajamos y trabajaremos siempre porque eso eso lo que quieren los ciudadanos", manifestó a continuación De la Vega.
En su opinión, "ése es el verdadero espíritu de Ermua díez años después: el estar todos juntos frente a los terroristas y el defender la vida y la libertad frente a los asesinos". Y "en nombre de ese espíritu", De la Vega evocó los valores del recuerdo a las víctimas y la unidad que sucedió al secuestro y posterior asesinato de Blanco.
"Esos principios y responsabilidades --subrayó-- son incompatibles con la desunión y con su utilización en el debate político". "Nunca lo hemos hecho, nunca lo haremos y nadie debería hacerlo", concluyó De la Vega.
