MADRID, 31 May. (OTR/PRESS) -
La resaca postelectoral no podía cerrarse sin un cara a cara entre el Gobierno y el principal partido de la oposición con los resultados de los comicios municipales y autonómicos como arma arrojadiza. Durante el Pleno de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, y el portavoz del PP en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, mantuvieron un pulso dialéctico en el que el dirigente popular rechazó felicitar "a perdedores" y la mandataria gubernamental le recomendó no "vender la piel del oso antes de cazarla".
La pregunta de Zaplana a la vicepresidenta -'¿Qué entiende el Gobierno por hacer del Parlamento el centro de la vida política?'- acabó convirtiéndose el telón de fondo de la disputa. Sin embargo, en su alocución, el dirigente popular no dejó de pedir explicaciones por el hecho de que "a punto de concluir la legislatura ustedes que se comprometieron a hacer del Parlamento el centro de la vida política hayan impedido que el presidente compareciera en más de 50 ocasiones", para atender temas "tan relevantes" como la política antiterrorista.
"Qué distinto aquel comportamiento de 'iré al Parlamento cuando me llame la oposición' de Zapatero en campaña electoral", exclamó, señalando que el Gobierno se ha negado a poner en marcha hasta 11 comisiones de investigación, entre ellas "la del asalto a Endesa". "La posición de este Gobierno se conoce por los anuncios que hace los fines de semana en polideportivos", criticó Zaplana antes de remachar: "Es la legislatura de los cordones sanitarios, todo con tal de esconderse y no dar la cara, aunque comprendo también que con algunas cosas que han hecho les cueste darla".
En esta misma línea respondió De la Vega, "para este Gobierno el Parlamento es el lugar donde se expresa el pluralismo, se construyen los consensos, se debaten los temas esenciales para los ciudadanos y se ejerce el control del Gobierno". A continuación, la vicepresidenta utilizó las cifras para responder al "marrullerismo político" de Zaplana: 173.000 preguntas contestadas en tres años frente a las 158.000 del PP en ocho; 206 preguntas orales respondidas por Zapatero en lo que va de legislatura frente a las 140 de media que respondió Aznar en sus dos legislaturas; o las seis comparecencias de Zapatero en el Senado frente a la ausencia de Aznar.
LAS ELECCIONES POR MONTERA
Fue De la Vega la que sacó a colación los resultados electorales para reconocer que el PP obtuvo "un buen resultado en alguna comunidad", pero que el PSOE también "ha obtenido un buen resultado electoral" y esperaba la felicitación de Zaplana, así como "un poquito más de respeto hacia los millones de ciudadanos, millones, que no han votado al PP, que de tontos no tienen un pelo y que merecen respeto".
A juicio de Zaplana, con esta respuesta el Gobierno no hizo más que "despreciar de nuevo" al Parlamento igual que "desprecian a la sociedad española". "Por eso han tenido el resultado que han tenido", ironizó el portavoz del PP, que añadió que "es difícil que pueda felicitarla, si le hace feliz lo hago, pero normalmente se felicita a los ganadores, no a los perdedores". Con todo, Zaplana le devolvió la recomendación a la vicepresidenta instándole a no buscar responsables por los resultados electorales "más allá del banco azul".
"Me parece muy buen que se sienta ganador después de haber perdido once alcaldías de capitales de provincia, muchas otras ciudades y tres comunidades autónomas", bromeó De la Vega, que advirtió que "no conviene vender la piel del oso antes de cazarlo. Tenga cuidado porque le dará un zarpazo", al tiempo que criticó la "retórica altisonante" de Zaplana y le reclamó "un poquito de humildad democrática".
