El juez Marchena y los magistrados durante el juicio al procés en el Supremo
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Actualizado: jueves, 21 marzo 2019 18:54

El teniente habla de "violencia inusitada" y asegura que no había "pacifismo por ningún lado" cuando entraron en un centro de votación

MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un teniente de la Guardia Civil que participó en el cierre de un colegio electoral de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona) para impedir la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre ha destacado este jueves en el juicio por el 'procés' independentista en el Tribunal Supremo que fue atacado mientras intentaba llegar hasta el centro de votación. Asimismo, ha lamentado durante su declaración como testigo que su hijo fuese obligado días después a protestar en el instituto contra la actuación policial.

El guardia civil, que ha comparecido ante el tribunal sin que se le vea el rostro para proteger su intimidad, ha asegurado a preguntas del fiscal Jaime Moreno, que ese día no vio "pacifismo por ningún lado", sino muestras de "desprecio" y "violencia inusitada", que, según ha dicho, no puede comparar con otras situaciones "de peligro" que ha vivido durante su ejercicio profesional. "Se masticaba el odio", ha añadido.

El testigo ha ido relatando desde que él y sus compañeros se fueron acercando al Instituto Quercus en "cuatro vehículos camuflados" hasta que llegaron y vieron entre 200 y 400 personas concentradas. Una vez allí, ha explicado, tuvieron que pedir ayuda de Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), la unidad de antidisturbios de la Guardia Civil, para poder acercarse hasta la puerta del centro educativo porque veían que se estaban quedando "aislados" y alguno de sus compañeros empezó a sentir "temor".

INTENTOS DE "DERRIBAR" A LOS ANTIDISTURBIOS

"Una masa de oponentes empujaban con patadas y puñetazos e intentaban derribar o contrarrestar la presión que podían hacer los GRS", ha continuado contando el guardia civil, que ha constatado que, aunque no lo denunció, fue golpeado en la espalda, sufrió arañazos y fue insultado, algo, que a su juicio, "no deja de ser violencia".

Además, ha recordado que una vez que los antidisturbios consiguieron "fracturar" la puerta del instituto para poder entrar y requisar el material electoral, una de las personas que se encontraban dentro le lanzó una silla.

Tras este relato, el guardia civil ha aprovechado su declaración para recordar que fue uno de los agentes que denunció --aunque el fiscal no elevó su petición al juzgado, ha apuntado-- que a su hijo le obligasen en el instituto a protestar contra las cargas policiales y que le fotografiasen con una pancarta. "Mi hijo está orgulloso y quiere seguir la profesión de su padre, y no es posible que le hagan salir a protestar por la actuación de su padre", ha enfatizado.

ACTUACIÓN DE LOS MOSSOS

En cuanto a la actuación de los Mossos d'Esquadra el 1-O, ha dicho que llevaban un "perfil bajo, con la boina y cara descubierta" para hablar con los manifestantes, aunque, ha agregado, que no sabe "si hicieron o no pudieron hace nada". Posteriormente, a preguntas del abogado Javier Melero, que defiende al exconsejero de Interior Joaquim Forn, sí que ha afirmado que "no hicieron nada para evitar la celebración del referéndum". También ha lamentado que los bomberos estuvieran en la "primera línea de resistencia".

Por último, preguntado por las defensas del expresidente de la ANC Jordi Snchez y del presidente de mnium Cultural, Jordi Cuixart, ha defendido que el uso de la fuerza por parte de los guardias civiles fue "totalmente proporcionado, congruente y oportuno" y ha indicado que si usaron la porra fue porque los primeros en golpear eran los concentrados. Asimismo, ha dicho no vio que se produjeran lesiones a los ciudadanos.

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