MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El subinspector de la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, Carlos Navas, ha defendido en la Audiencia Nacional que Air Comet, de la que era socio el ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, debía tributar por la compra de Aerolíneas Argentinas y ha destacado la "trascendencia" de que esta operación no se reflejara en las cuentas correspondientes al ejercicio de 2001.
Así se ha expresado este viernes en la tercera sesión del juicio que se sigue por el 'caso Aerolíneas', en el que Díaz Ferrán y el ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, se enfrentan a dos años y cuatro meses de cárcel y al pago de una indemnización de 99,04 millones de euros por el impago del Impuesto de Sociedades derivado de la operación.
El fiscal Miguel Ángel Carballo considera que Díaz Ferrán, Antonio Mata, y su socio, el fallecido Gonzalo Pascual, debían pagar impuestos por los créditos obtenidos por valor de 272 millones de dólares que la Sociedad Estatal de Participaciones Preferentes (SEPI) otorgó a Interinvest, matriz de Air Comet, para saldar las deudas que acumulaba la aerolínea argentina.
Durante el juicio, el perito ha puesto de relieve que los balances presentados por Air Comet ante el Registro Mercantil y ante Hacienda "no coincidían en absoluto", apreciándose diferencias millonarias entre ambos, y que, en cualquier caso, la contabilidad del ejercicio de 2001 no reflejó una "imagen fiel" del patrimonio de la empresa al no registrar la adquisición de los títulos de los créditos de Aerolíneas.
"Los hechos ocurren cuando ocurren y se reflejan en la contabilidad, que tiene que dar una imagen fiel de un momento dado, cuando es exigible por las leyes", ha explicado Navas, que ha añadido que "no tiene ninguna justificación" que esta compraventa se anotara en el ejercicio siguiente. "No se pueden firmar unas cuentas cuando hechos trascendentales no están reflejados", ha agregado.
"¿POR QUÉ NO LO DECLARA?"
Este experto, adscrito a la unidad de auxilio judicial de la Agencia Tributaria, ha detallado que Air Comet adquirió "una serie de activos", como fueron los créditos a terceros, que "no tuvieron reflejo en su balance ni con qué medios lo obtienen". "Ese hecho se produce en ese ejercicio -en 2001-- y debería tributar", ha explicado sobre las cuentas que fueron cerradas a 28 de febrero de 2002 con las operaciones del año anterior.
En este sentido, Navas ha hecho hincapié en que "una operación de ese volumen" no aparecía en el balance correspondiente y ha descartado que pudiera tratarse de un error. "Air Comet dispuso de una cantidad para convertirse en titular, ¿por qué no lo declara como un préstamo? Porque no le interesa", ha resumido.
Según ha dicho, parece que Air Comet quiso "subsanar" esta laguna en los ejercicios siguientes. "Los 300 millones no están en ningún sitio. Ha adquirido créditos por un efectivo que no figura en su balance sin que lo pueda adquirir por sus propios medios. Es una donación condicionada en ese momento de un tercero", ha remachado.
Al ser preguntado si la tributación dependía de cómo fluctuara el dólar y si, finalmente, podría ir en beneficio de la propia Air Comet, el presidente del tribunal, José María Vázquez Honrubia, ha intervenido para pedir al perito que no contestara esa cuestión, ya que los magistrados son quienes deciden sobre si existió ánimo doloso por parte de la compañía.
Se trata del primer juicio que ha sentado en el banquillo de los acusados al exjefe de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, que ha negado la comisión de un delito fiscal y ha dicho desconocer que debiera pagar a Hacienda.
Díaz Ferrán está imputado en varias causas abiertas en la Audiencia Nacional. Entre ellas, por apropiarse indebidamente de 4,4 millones de euros en la quiebra del Grupo Marsans y por simular la venta de sus empresas para eludir el pago a sus acreedores, además de por la comercialización de preferentes como miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid.
El Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid mantiene abierta otra causa en su contra por su participación en la quiebra de Seguros Mercurio, mientras que otro juzgado Mercantil de Madrid le consideró culpable de la bancarrota de Marsans.