SANTA CRUZ DE TENERIFE 8 Jul. (EP/IP) -
El helicóptero accidentado hoy cayendo al mar en las proximidades de Santa Cruz de Tenerife había renovado su certificado de aeronavegabilidad y había pasado una completa inspección el pasado mes de abril, según informó hoy el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, quien indicó que aún se desconocen las causas del accidente.
El helicóptero, modelo Sikorsky S-61 N, se precipitó al mar a una dos millas de Roque Bermejo, en la cordillera de Anaga, Tenerife, provocando la muerte de cuatro de sus seis ocupantes. Los otros dos continúan desaparecidos.
La nave pertenece a la compañía Helicsa y prestaba servicios para la Dirección General de la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente dentro del operativo organizado en Canarias para la extinción de incendios, según informó Segura en rueda de prensa.
Las tres primeras víctimas que ya se han podido identificar son el comandante, el piloto y el mecánico del helicóptero, Joaquín Ortiz de Zárate, Antonio Ruiz la Casa y Jorge Luis Reyes Villaseca, respectivamente, mientras se intenta averiguar la identidad de las otras tres personas que viajaban a bordo, tarea que resultará difícil porque ninguna de ellas llevaba identificación propia.
El helicóptero, que contaba con un certificado para transporte público y de pasajeros, realizó ayer viernes, varias operaciones en diversos puntos de La Palma, donde consumió prácticamente el combustible y estaba previsto que en la mañana de hoy sábado se trasladara al aeropuerto de Gando, en Gran Canaria, para que fuera sometido a una exploración técnica, motivo por el cual despegó del aeropuerto palmero de Mazo a las 8.10 de la mañana tras cargar combustible.
Según Segura, también se desconocen las razones por las que el aparato, además de sus tres tripulantes, llevaba a bordo a otras tres personas, aunque después de despegar y mantener contacto con la torre de control del aeropuerto de Mazo, que previamente había autorizado el plan de vuelo para seis pasajeros, el helicóptero conectó con el sistema de control Canarias. Este último contacto se perdió a la altura del Roque Bermejo, momento en el que la nave cayó al mar y donde fue visto por un pescador.
José Segura destacó que en ese momento Capitanía Marítima activó todos sus medios, llegando a la zona del siniestro unos 20 minutos después del accidente, donde encontraron a medio sumergir la nave que fue remolcada hasta el puerto de Santa Cruz de Tenerife por un remolcador de altura de Salvamento Marítimo.
En este operativo intervino también una lancha de salvamento e intervención rápida y tres helicópteros de rescate, uno de los cuales, el que tiene su base en el sur de la isla, localizó y recuperó los cuerpos de las dos mujeres y el hombre sin identificar que viajaban en aparato siniestrado.
Atendiendo a la Ley de Navegación Aérea por la Comisión Nacional de Investigación de Accidentes Aéreos se han tomado una serie de medidas cautelares como el precintado del depósito de combustible desde el que repostó el helicóptero en aeropuerto de Mazo, así como se ha procedido también a precintar las cintas de comunicación de la nave con la torre de control y espacio aéreo canario.
El aparato formaba parte del equipo que el Ministerio de Medio Ambiente destina a la campaña de incendios forestales en el archipiélago. Este equipo tiene su base de operaciones en La Palma en el municipio de Puntagorda y cuenta con una brigada especial de refuerzo, que está formada por tres técnicos, seis capataces y 42 brigadistas, con una inversión de 778.000 euros, explicó José Segura, que añadió que dispone también de un helicóptero Puma de transporte, aunque la empresa contratada por Medio Ambiente decidió utilizar un modelo de otras características, el Sikorsky que esta mañana se precipitó al mar por causas todavía desconocidas.