Un hombre acepta dos años y medio de cárcel por arrojar ácido sulfúrico y clavar una daga a otro en Paterna (Valencia)

Actualizado: miércoles, 25 junio 2008 17:12

VALENCIA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un hombre aceptó hoy en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia cumplir una pena de dos años y nueves meses de cárcel por arrojar ácido sulfúrico y clavar una daga tipo 'katana' a otro en el rellano de su vivienda del municipio valenciano de Paterna tras una discusión. El hombre lanzó previamente una piedra contra la persiana el domicilio de la víctima y cuando ésta se percató, fue en su búsqueda, discutieron y éste le agredió.

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el acusado una pena de cinco año y dos meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de lesiones imprudentes, aunque finalmente llegó a un acuerdo con su defensa por el que cumplirá dos años y nueve meses.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 21.00 horas del 3 de octubre de 2004, cuando el hombre, diagnosticado de esquizofrenia paranoide, lanzó una piedra, en compañía de su novia y de un amigo, contra la persiana de la vivienda de la víctima. Seguidamente, éste salió corriendo y se dirigió a su domicilio, ubicado en la calle Héroes de Montearruit de Paterna.

Una vez allí, el procesado salió con una botella de plástico de ácido sulfúrico y una daga tipo 'katana' y, tras insultar a la víctima en el rellano del domicilio, le arrojó sobre la cara y el cuerpo el líquido y luego le clavó en el costado izquierdo el arma blanca que portaba, de hoja puntiaguda sin filos.

En ese momento, el amigo del procesado, también con un retraso mental moderado, se interpuso entre ambos con un martillo en la mano aunque no llegó a usarlo, por lo que no causó ninguna lesión, según consta en el relato del ministerio fiscal. No obstante, sufrió varias quemaduras porque le alcanzó parte del ácido que el acusado lanzó a la víctima.

Como consecuencia, la víctima sufrió quemaduras de tercer grado en un 12 por ciento de la superficie corporal, de origen químico, y una herida incisa en la cara lateral externa izquierda del abdomen por el arma blanca.

La víctima, a la que se le tuvo que practicar un injerto de piel parcial, precisó de 337 días para estabilizarse de sus lesiones, todos ellos impeditivos, y estuvo hospitalizado 40. Entre las secuelas, sufre alopecia posquemadura, deformidad de la comisura labio inferior, cicatrices postinjerto en toda la superficie anterior del cuello, y otras cicatrices en la cara y el cuerpo.

Asimismo, el amigo del proceso resultó herido con quemaduras de tercer grado en el cuatro por ciento de su cuerpo y en menos del uno por ciento de la frente. Para curarse, precisó de curas diarias durante cuatro semanas y necesitó para su curación total 90 días, de los que 30 estuvo impeditivo. Como secuela, le quedaron cicatrices múltiples que le ocasionaron un perjuicio estético moderado.