BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El candidato de ICV a la Generalitat, Joan Herrera, se abanderó hoy como la opción nacionalista "más atrevida" en el escenario político catalán, y se contrapuso a sus socios de ERC y del PSC.
Así, señaló que mientras que en los republicanos toda su militancia es independentista y en el PSC no los hay, en ICV caben todas las opciones, lo que, a su juicio, la hace una formación realmente atractiva para los electores.
Afirmó que "tan simplificador" es afirmar que el pueblo de Cataluña se autodetermina cada vez que vota como "creer que todo se reduce a convocar un referéndum por la independencia", criticó Herrera, quien consideró que el nacionalismo es "más que todo esto". De este modo, propuso un proyecto nacionalista con el que se identifiquen los ciudadanos de Vic, Cornellà de Llobregat y el barrio barcelonés del Besòs.
En unas jornadas del partido sobre la 'Realidad nacional catalana', recordó que su modelo de Estado es el federalismo plurinacional, aunque en su formación hay militantes que van más allá y plantean abiertamente la autodeterminación.
Herrera apeló al Estatut como la máxima herramienta del nacionalismo catalán y defendió que éste ha impulsado nuevos movimientos soberanistas, porque son muchos los que "quieren ir más allá".
"El monopolio nacionalista se ha roto, ahora lo ostentamos todas las fuerzas políticas que forman parte del catalanismo", dijo Herrera, quien explicó su ambición de extender el derecho a decidir en todos los aspectos del autogobierno catalán. Sin embargo, subrayó que los cambios políticos deben implicar también el avance social y la atención a cuestiones como la crisis económica
Asimismo, advirtió su desinterés en colaborar con "fuerzas nacionalistas de derechas" --en alusión a CiU-- al no ser compatibles con el proyecto de izquierdas de ICV y no respetar los compromisos sociales. "ICV en ningún momento renunciará a su compromiso social de izquierdas para colaborar con sectores catalanistas de derechas, no lo hacemos compatible", remachó.
Herrera admitió la dificultad de que en España no hay federalistas, "ni independentistas", pero avisó de que tampoco en los 80 había partidarios del Estado de autonomías y ahora es una realidad. "Ya nos iremos adaptando", apuntó.
