Ignacio Uriarte (NN.GG) asegura que el canon digital impedirá a los jóvenes utilizar las nuevas tecnologías

SALAMANCA 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente nacional de Nuevas Generaciones, Ignacio Uriarte, afirmó hoy que la entrada en vigor del canon digital supondría que la mayoría de los jóvenes no pudiesen comprar soportes tecnológicos para "poder estudiar o trabajar".

Según Uriarte, quien visitó la carpa electoral del PP de Salamanca, el canon no es una solución "en contra de la piratería" y sí "en contra de un crecimiento de la juventud española que es la juventud con menos posibilidades económicas de toda Europa".

Asimismo, lamentó que esta medida propuesta por el Gobierno socialista "no busca apoyar a los jóvenes, busca subvencionara un grupo de artistas".

Por este motivo, anunció su apoyo a la campaña que inició hoy Nuevas Generaciones de Salamanca y que se desarrollará durante los próximos días en la provincia con el fin de evitar una iniciativa "injusta y perjudicial".

Durante la campaña se repartirán 10.000 dípticos, acompañados cada uno con un CD "libre de canon", y 5.000 calendarios para informar de una propuesta del Ejecutivo que servirá para "poner jubilaciones doradas a los amigos de Zapatero", aseguró el presidente de Nuevas Generaciones de Salamanca, Rubén Sánchez.

Igualmente, el líder de los jóvenes simpatizantes del Partido Popular afirmó que esta medida supondrá una aportación de 75 millones de euros anuales para las sociedades de autores por el pago de estas tasas de nueva creación.

Además, Sánchez anunció que Nuevas Generaciones de Salamanca habilitó en su página web, www.nnggsalamanca.com, un programa para que cada ciudadano pueda "ver en unos segundos cuánto tiene que pagar por la compra de los productos que necesite".

Finalmente, el cabeza de lista del PP al Congreso por Salamanca, Gonzalo Robles, que acompañó a los líderes de Nuevas Generaciones, afirmó que si el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprueba esta normativa, cada ciudadano pagará al año "unos 140 euros", lo que supondrá a una familia media "unos 600 euros, algo profundamente gravoso e injusto".