BILBAO, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, calificó de "muy mala noticia" la decisión del magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska de prohibir la celebración del acto que Batasuna tenía previsto el próximo sábado en el BEC de Barakaldo y consideró que sectores judiciales "que actúan desde impulsos políticos" han impedido la posibilidad de que Batasuna pudiera profundizar el día 21 en "en la aceptación de la democracia" y el desmarque de la violencia.
Además, anunció que se reunirá con la formación abertzale, aunque se tenga que trasladar "a Baiona o a donde sea" para que no lo impida Grande-Marlaska, con el fin de conocer si pretendía apostar en el acto político por las vías políticas y pedir a ETA el cese de la violencia.
"Esperamos una posición clara y nítida de Batasuna reclamando el fin de la violencia. Si ésta se produce, será esperanzador y un paso adelante. En caso contrario, si estamos ante más de los mismo, la Audiencia Nacional habrá colaborado en ayudar a tapar su falta de respuesta a la exigencia de la ciudadanía vasca", señaló.
A su juicio, ahora la formación abertzale tiene "una magnífica oportunidad" para posicionarse "clara y nítidamente a favor de la política", cerrando "un pasado y un presente de violencia en este país".
Tras destacar que la decisión de la Audiencia Nacional "no contribuye a la convivencia" y sí a la "decepción de la sociedad vasca", potenciada por "las últimas declaraciones de dirigentes socialistas que se mostraban partidarios" de que se celebrara el acto, expresó su apoyo "a las instituciones vascas en su decisión de cumplir la legalidad, aplicada con equidad y responsabilidad".
"NUBARRONES"
El dirigente del EBB consideró que la actuación del magistrado de la Audiencia Nacional es uno de los "nubarrones" que surgirán durante el proceso hacia la paz y normalización, y pidió al PSOE y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "que tome las medidas necesarias para superar la herencia de la época de Aznar, como es la Ley de Partidos, tan negativa para un Estado de Derecho".
Para Josu Jon Imaz, perviven todavía sectores judiciales "que actúan desde impulsos políticos incompatibles con el rigor y las garantías mínimas exigibles en un Estado de Derecho, inmersos en un sistema judicial que todavía no ha llevado a cabo la transición que el resto de los poderes del Estado han realizado".
En este sentido, puso como ejemplo a "un personaje" como Francisco Hernando, que "preside la cúpula judicial" y que "se mueve entre la intolerancia, el radicalismo, la politización extrema y el esperpento en sus manifestaciones públicas". Además, dijo que la Audiencia Nacional actúa como "tribunal de excepción".
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