Inaugurado el túnel sur del By-Pass Sur de la M-30, que dota a Madrid del subterráneo urbano más largo del mundo

MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró hoy, poco antes de las 12 de la mañana, el túnel sur del By-Pass Sur de la M-30, un subterráneo de 4,2 kilómetros que comienza a la altura del paseo de Santa María de la Cabeza y finaliza en el entorno de la avenida del Mediterráneo y la conexión con la A-3 (autovía de Valencia) y cuya entrada en servicio significa que todas las grandes obras relacionadas con el proyecto de reforma de la vía de circunvalación ya estén en funcionamiento.

El nuevo By-Pass, que ha supuesto una inversión de 551,9 millones de euros, cuenta con dos accesos, un tramo soterrado de 1,6 kilómetros a la altura del Estadio Vicente Calderón y otro desde Marqués de Vadillo, en total casi 6 kilómetros de nuevos túneles que junto al subterráneo de la avenida de Portugal hacen que Madrid tenga el túnel urbano más grande del mundo. El conjunto de las actuaciones que entraron hoy en funcionamiento ha costado 622,7 millones de euros.

El nuevo subterráneo, que tiene un túnel gemelo que conecta la A-3 (autovía de Valencia) con la A-5 (autovía de Extremadura) y A-6 (autovía de A Coruña) y que fue abierto el pasado 23 de marzo, permitirá que los conductores que provienen de la A-5 o de la propia M-30 y se dirijan a la A-3, A-2 (autovía de Barcelona) o A-1 (autovía de Burgos) no tengan que atravesar el nudo sur, punto generalmente congestionado como consecuencia de la conexión de la vía de circunvalación con la A-4 (autovía de Andalucía) y la M-40.

Las obras para construir el subterráneo sur del By-Pass, que discurre bajo el Parque de Enrique Tierno Galván, han durado más de 30 meses y para llevarlas a cabo se creó la mayor tuneladora del mundo, llamada Tizona, que tenía 148 metros de longitud y 4.200 toneladas de peso y que excavó y revistió 3,6 kilómetros de túnel en seis meses.

El nuevo tramo soterrado cuenta con avanzados sistemas de seguridad, que están a cargo del Centro de Control de Túneles de Calle 30, como 92 cámaras de circuito cerrado de televisión, 21 paneles de mensaje, 374 altavoces y 19 salidas de emergencia, así como conexiones con el túnel norte y una calzada inferior para vehículos de asistencia.

Según las previsiones del Ayuntamiento, el By-Pass, que ahorra 1,5 kilómetros de recorrido, será utilizado por unos 80.000 vehículos diarios de los 260.000 que recorren el arco sur de la M-30. Además, y según explicó Gallardón, el nuevo subterráneo mejorará la calidad de vida los vecinos de Arganzuela, Puente de Vallecas y Usera, debido al incremento en la fluidez del tráfico y a los sistemas de filtrado de partículas, que retienen el 80 por ciento de éstas.

DÍA PARA LA HISTORIA

Durante su intervención, el regidor, que estuvo acompañado por varios miembros de su Gobierno como Manuel Cobo, Pilar Martínez, Pedro Calvo, Paz González o Alicia Moreno, entre otras personalidades, dijo que, con la culminación de la reforma de la M-30, que arrancó el 24 de septiembre de 2004, "hoy es un día para historia de la ciudad" porque es la "mayor operación de reequilibrio medioambiental" que se ha llevado a cabo en Madrid. Además, destacó que las obras se han realizado para los madrileños. "Aquí, hoy, ya, con ellos y para ellos", expresó.

Gallardón también resaltó que la remodelación de la vía de circunvalación convierte "lo que era una vía obsoleta e insegura en un distribuidor de tráfico, dotado de la más avanzada tecnología", y permitirá que el tráfico disminuya en el centro de la ciudad, lo que, a su juicio, ha facilitado la recuperación de espacios como la Cuesta de Moyano, la plaza de Santo Domingo, el bulevar en la avenida de Portugal "o las calles abiertas al peatón como Arenal, Montera, Fuencarral y O'Donnell".

"Los madrileños saben que no hay nada que se propongan que no puedan alcanzar", afirmó el alcalde, quien recalcó que el proyecto Madrid Calle 30 elimina la barrera existente entre el sur y el oeste con respecto al resto de la ciudad, recupera el río Manzanares, sienta las bases para un parque de un millón de metros cuadrados, reduce la accidentalidad "en más del 50 por ciento" y elimina "35.000 toneladas de gases de efecto invernadero este mismo año".

COMPRENSIÓN DE LOS VECINOS

Para Ruiz-Gallardón, "todo esto ha sido posible gracias a la comprensión de los vecinos durante las obras" y gracias a que se han superado "obstáculos técnicos" y "obstáculos que algunos quisieron poner pero no al Gobierno sino a los madrileños", que, según apuntó, hubieran sido los más perjudicados si no se hubieran terminado las obras.

"Se trata de la obra de transformación urbana más ambiciosa que ninguna ciudad de Europa se ha atrevido a realizar", subrayó el primer edil, quien aseguró finalmente que las obras de reforma de la M-30 han permitido crear 60.000 empleos y generarán 23.000 más, además de que por cada euro invertido por el Ayuntamiento en este proyecto, han retornado a Madrid 1,79 euros.