Ingresa en prisión el hombre detenido por la agresión de una joven que saltó por la ventana para huir

Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2007 18:11

La madre del acusado asegura que su hijo está bajo medicación tras la presión mediática que sufrió por su vinculación al sumario del 11-M

El acusado tiene una prohibición legal de acercarse a una amiga de la víctima que lo denunció por amenazas la noche de la agresión

OVIEDO, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juez ordenó hoy el ingreso en prisión para R. G. S., acusado de golpear a una mujer, de origen brasileño, durante la madrugada del lunes en la calle Gascona de Oviedo. La mujer permanece en el hospital tras fracturar la pelvis y un brazo al saltar por la ventana para huir de su supuesto agresor. El acusado, que estuvo vinculado en el sumario del 11-M, tiene otra denuncia por parte de una amiga de la joven por amenazas y ya se le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros y la prohibición de comunicación, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Tras prestar declaración, la Guardia Civil trasladó al detenido a Villabona. En los pasillo se encontraba su madre que manifestó que en "en ningún momento pudo ver a su hijo desde su detención".

La madre del avilesino confesó que su hijo se encuentra mal psíquicamente y está tomando pastillas por culpa de "la presión de los medios de comunicación cuando R.G.S. fue imputado en el juicio del 11-M. El acusado fue el número 56 en la causa de los atentados de Madrid tras ser acusado por Antonio Toro y José Emilio Suárez Trashorras aunque posteriormente el juez del caso le levantó la imputación.

Durante su declaración en el proceso del 11-M como testigo declaró que viajó a Madrid con Antonio Toro y salió una noche de "copas" con Toro y Rafa Zouhier pero negó saber nada "sobre el tráfico de hachís y de explosivos".

"Mi hijo estuvo dos años y medio fichando en el juzgado de Avilés y posteriormente tuvo que ir al juicio del 11-M como testigo sólo porque era el jefe de Antonio Toro en el trabajo", manifestó la madre del acusado.

Por ello, continuó la mujer, "mi hijo lleva más de dos años tomando cuatro pastillas diarias, e incluso la médico decía que estaba tomando pastillas de más", aseguró. La madre añadió que su hijo "era muy sano y que no bebía alcohol". "Se dedicaba a ir al gimnasio e iba a campeonatos de halterofilia en Argentina".

Aunque la madre del acusado dijo que su hijo estaba de baja y cobrando una pensión por su estado de estrés y depresivo tras su imputación en el juicio del 11-M. "Menos mal que se hizo justicia y a mi hijo le dejaron libre porque no tenía nada que ver", añadió.

Por otra parte, una amiga de la victima, también de origen brasileño, interpuso una denuncia en el juzgado de violencia de género contra R.G.S. por amenazas el día que ocurrieron los hechos.

La mujer, que también es testigo en la causa, manifestó que después de pegar a la víctima la llamó por teléfono y le dijo que "se iba a presentar en su casa y que iba a tirar la puerta abajo". Ella le contestó que "no se le ocurriese ir" y él "la amenazó".

La mujer, con lágrimas en los ojos, confesó que desde entonces no había podido dormir y relató que cuando ocurrieron los hechos bajó en pijama a la calle para socorrer a su amiga que yacía tirada en el suelo después de huir de la paliza que le estaba propinando su pareja con la que llevaba saliendo 14 meses. "Le cogía la mano y ella me decía que no la soltase", narró.

La amiga declaró también que el acusado después de agredirla a ella se auto lesionó en la cara. "Cuando le vi estaba con la frente abierta y me decía que él no la había pegado". "Siempre que se comportaba así luego se auto lesionaba", manifestó la mujer.

"No hemos venido a este país para morir", dijo la amiga que añadió que la víctima volverá a Brasil cuando se recupere de sus heridas porque "es muy peligroso quedarse aquí". "Cuando salga de la cárcel va a hacerle la vida imposible", concluyó la brasileña.