Inmigración.-IU pedirá al Gobierno que no firme acuerdos de devolución con países que no respeten los derechos humanos

MADRID 28 May. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV) ha registrado en el Congreso una proposición no de Ley en la que insta al Gobierno a que no firme acuerdos de devolución de inmigrantes con terceros países sin que se den las suficientes garantías, y nunca con aquellos Estados en los que está demostrado que no se respetan los derechos humanos.

En su iniciativa parlamentaria, IU-ICV reclama una visión realista ante la actual llegada de inmigrantes para que se garantice de forma suficiente la provisión de recursos para "una acogida en condiciones dignas", así como las medidas que se requieran para evitar el hacinamiento, especialmente en "zonas sensibles" como Canarias, Ceuta y Melilla.

En la iniciativa, firmada por los diputados Isaura Navarro y Joan Herrera, se pide facilitar 'cédulas de inscripción' a los inmigrantes del África subsahariana que así lo requieran para que tengan acceso a su empadronamiento y a los derechos básicos.

La proposición solicita también que se revoquen los expedientes de expulsión abiertos a los "inexpulsables" (aquellos que no aceptan sus países de origen), documentándoles "para evitar una incongruente situación de clandestinidad".

Para Isaura Navarro, "la muerte y el sufrimiento de miles de inmigrantes africanos no hay que achacarla exclusivamente a su imprudencia o al desconocimiento de los problemas que les esperan en su destino, sino también a las políticas de represión y cierre de fronteras".

Al mismo tiempo, la diputada de IU denuncia la "campaña de amedrentamiento e intoxicación de la opinión pública que han emprendido algunas formaciones políticas y sectores sociales, amplificando el 'efecto invasión' y haciendo una relación causa-efecto entre inmigración y delincuencia.

En este sentido, Navarro recordó que la cifra de inmigrantes que lograron entrar en España a bordo de pateras en los últimos años "no pasa de 100.000, una cantidad ínfima en comparación con los que entran por los aeropuertos y fronteras europeas".