MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, declaró hoy que su formación no puede dar aún por cerrada la reforma de la ley de financiación de partidos políticos porque considera que quedan asuntos pendientes, entre los que destacó la necesidad de limitar las aportaciones privadas que recibe un partido hasta un 10 por ciento de su presupuesto y la conveniencia de computar los votos y no los escaños a la hora de recibir financiación pública.
En rueda de prensa en el Congreso, Llamazares admitió que se han dado pasos para acordar la reforma de la Ley de Financiación de Partidos Políticos pero cree que aún restan flecos importantes.
El líder de IU-ICV acepta la propuesta del PSOE, también asumida por ERC, para permitir que las empresas puedan hacer donaciones a los partidos políticos, siempre que sean transparentes y tengan un límite que podría rondar los 60.000 euros anuales.
Sin embargo, reclama establecer un tope para que esos fondos procedentes de manos privados no representan más allá del 10 por ciento de los recursos totales de un partido político.
RIESGO DE PRIVATIZACIÓN DE PARTIDOS.
A su juicio, si no se pone ese límite, podría llegarse a una cierta "privatización" de los partidos políticos, que pasarían a ser representantes de grupos de presión y no de los ciudadanos. "Si la financiación privada llega al 40 por ciento, ese partido está privatizado", resumió.
Tampoco acepta que la financiación pública que recibe un partido político depende del número de escaños logrados, pues considera que ello "discrimina" a su fuerza política porque, pese a ser la tercera en número de votos, es la sexta en cuanto a escaños por efecto del sistema electoral. "¿Por qué introducen otra vez la financiación por escaño si no es para discriminar a nuestra fuerza política?", se quejó.