BARCELONA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Joschka Fischer advirtió hoy de que si los estados de la Unión Europea (UE) no aprueban el Tratado Constitucional modificado --que está previsto que se apruebe en la cumbre que reunirá a jefes de Estado y de Gobierno de la UE los próximos jueves 18 y viernes 19 de octubre en Lisboa-- se produciría "una profunda crisis" de consecuencias "dramáticas" a nivel de seguridad, económico y social.
Fischer aseguró, durante su conferencia inaugural de las XIII Jornadas sobre Unión Europea que se celebran en Barcelona, que sólo una Europa realmente unida podrá enfrentarse con garantías a los retos geopolíticos futuros.
Por esto pidió la implicación de los parlamentos "nacionales y estatales", ademas de locales, en la creación de conciencia colectiva europea. Dijo ser partidario de una mayor presencia de Catalunya en los órganos de decisión europeos.
El ex ministro de Asuntos Exteriores alemán dijo que, pese a que la UE es una "gran historia de éxitos", si antes de 2009 no se aprueba el tratado constitucional reformado, las consecuencias serían "muy negativas". Para Fischer la UE es excesivamente lenta: "El mundo se mueve muy deprisa y no nos esperarán".
Consideró "absurdo y ridículo" que la presidencia europea cambie cada seis meses porque burocratiza su acción y provoca que "gobierne la administración" en lugar del gobierno.
EUROPA Y EL ORIENTE MEDIO
Joshka Fisher defendió la necesidad de mayor implicación de Europa con las diferentes realidades políticas y culturales de la cuenca mediterránea a efectos de mayor seguridad.
Así, la UE "no puede decir adiós a sus responsabilidades estratégicas" en Oriente Medio ya que esto, en un futuro, podría acarrear un "impacto directo a nivel regional y local", y apuntó al atentado del 11-M para ejemplificar las consecuencias de una Europa poco unida y sin estratégia común.
Para Fischer, "cuanto más fuerte sea la política de vecindad, mejores posibilidades" de la UE para afrontar bien los retos geopolíticos, ya que la "Europa fuerte" es una cuestión de "autoprotección, no sólo a nivel comercial".
"No es necesario ser un profeta para predecir que la minoría musulmana (en Europa) no sólo no se va a reducir, sino que crecerá", indicó, por lo que "cuanto más fuerte sea la política de vecindad, mejores posibilidades" de la UE para afrontar con éxito este proceso, una cuestión de "autoprotección".
"Islam y modernidad no están enfrentados", aseguró, y advirtió que "una explosión" de mayor violencia en Oriente Medio tendría "ramificaciones en Europa".
ÁFRICA: EL RETO
El ex ministro alemán, además, señaló a África como uno de los retos futuros de la UE, ya que "cuando África exporte sus conflictos, Europa será la primera en recibir" las consecuencias.
"Es ciego no implicarse en África", afirmó, ya que no atender a las necesidades africanas, el "gran reto del siglo XXI", traería "consecuencias dramáticas a nivel local".
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