Fusi considera que nuestra Contitución necesita todavía "mucho rodamiento" aunque tiene puntos "inevitables" que hay que cambiar
MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El historiador Juan Pablo Fusi describe el proceso convulsivo, desordenado y caótico, que sufrió España durante la Guerra de la Independencia, junto a la perspectiva artística de la época que ofrece el catedrático de Historia del Arte, Francisco Calvo Serraller, en el libro, 'Por la independencia: la crisis de 1808 y sus consecuencias' (Taurus).
Lujosamente editado en cartoné y con más de un centenar de ilustraciones de obras realizadas por los principales maestros pictóricos de finales del siglo XVIII y principios del XIX, el libro supone un atractivo resumen de los acontecimientos que sumieron a España en la Guerra de la Independencia, las consecuencias de la cotienda y sus principales protagonistas.
Para Fusi, las principales consecuencias de la Guerra de la Independencia fueron una "formidable crisis de Estado en España; una guerra devastadora, y el colapso del poder de España en América que provocó el comienzo de la independencia de América".
Para comenzar el relato, Fusi parte del clima literario, estético y político de la España de finales del siglo XVIII en contraposición con el nuevo escenario francés y europeo derivado de la Revolución Francesa y explica cómo España pasó de ser una Monarquía estable, con un gran imperio colonial a un país europeo de segundo orden que no cuenta apenas internacionalmente a partir de 1815.
"La crisis de Estado desencadena un proceso político interno que lleva a la reunión de las Cortes en Cádiz en 1810 y a la aprobación del primer texto constitucional en 1812", recordó este historiador, ex director de la Biblioteca Nacional y director del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.
Para Juan Pablo Fusi, esta texto constitucional era "admirable" pero muy "complicado" y "no articulaba un buen sistema de monarquía parlamentaria", que se mejoró en la Cosntitución de 1837.
No obstante, reconoció su carácter primigenio y el trabajo de un grupo de "patriotas", aislados en Cádiz, que aprovechan un "vacío de poder" para tratar de proclamar la soberanía nacional y aprobar un texto constitucional e introducir en España la "visión revolucionaria" francesa y incluso "estructurar España de otra forma", precisó.
MEJORAS EN LA CONSTITUCIÓN
Preguntado por las carencias o deficiencias de nuestra actual Constitución, este historiador y experto en el nacionalismo de los siglos XIX y XX, reconoció que hay puntos que son "inevitables" de cambiar como la sucesión de la corona o el derecho de los extranjeros de cara a votar, o que el Senado se convierta en una "verdadera cámara territorial", declaró a Europa Press.
"Tampoco veo negativo que se puedan mencionar las Comunidades Autónomas para que queden fijados sus nombres y no existan sólo nacionalidades y regiones, y por tanto, fijemos el modelo territorial definitavemente, que está muy fijado, pero además podamos así ponerlo por escrito". "Algunas cosas son inevitables, otro asunto es que se haga ahora o más adelante", alegó Fusi.
Asimismo, en el ámbito de las Autonomías explicó que está muy "consolidado" el modelo, siempre que no se hagan "reformas constitucionales indirectas a través de los Estatutos de Autonomía, que no es el mejor procedimiento", reconoció.
En esta línea, confesó que le parece "complejísima la reforma territorial" que se hizo en España a partir de 1975, y aseguró que nuestra Constitución necesita "mucho rodamiento", "Ya que hablamos de la Guerra de la Independencia, deberían pasar casi 200 años, sin tocar ese tipo de cosas", alegó.
Asimismo, indicó que tenemos una constitución "muy prolija" y muy "responsablemente" redactada con un Título VIII para "definir y separar bien las competencias de derecho entre el Estado y las CCAA. Esto le da una enorme densidad a este título y por tanto a la Constitución". "Pero es una Constitución muy bien pensada y bien hecha", agregó.
