El juez da de plazo hasta el 5 de octubre para desalojar el edificio de 'Casas Viejas'

Actualizado: viernes, 7 septiembre 2007 16:58

SEVILLA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Primera Instancia número 24 de Sevilla ha ordenado la ejecución provisional de la sentencia que ordenaba el desalojo del Centro Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas' y varios inmuebles de la calle Antonia Saenz, en el barrio sevillano del Pumarejo, dando de plazo hasta el próximo 5 octubre para que sea abandonado de forma voluntaria.

El auto, al que tuvo acceso Europa Press, acuerda "la ejecución provisional" solicitada por propietaria, Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán, y dicta que "en el plazo de un mes -- a contar desde la notificación a los demandados, que tuvo lugar el 5 de septiembre-- desaloje y deje a libre disposición del ejecutante la finca urbana sita en la calle Aniceto Saenz número 23, así como la de la calle Antonia Saenz número 12 y Macarena número 42".

La resolución judicial es firme y contra la misma no cabe recurso, sólo es posible la oposición a la ejecución provisional, por la que el juez, de manera excepcional, podría dar un mes más de plazo para que se lleve a cabo el desalojo voluntario. De esta forma, y en el caso de que no se solicite y otorgue dicha prórroga, si en el mes estipulado no se produce dicho abandono del inmueble el desahucio se llevaría a cabo por parte de la Policía Local.

La ejecución provisional se produce después de que la sentencia del Juzgado fuera publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) al no poder localizar a algunos de los demandados, lo que dejó ejecución del fallo paralizada hasta dicha publicación, con la que oficialmente todos los implicados quedaron informados.

La resolución del juzgado reconocía a la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán como legítima propietaria de la finca y ordena el desahucio de los actuales moradores del recinto y de la casa 'ocupa' de la calle Aniceto Sáenz, así como de varios inmuebles aledaños.

La sentencia ordenó el desahucio de lo siete 'ocupas' que fueron demandados y "a los demás moradores y poseedores sin título o inciertos con apercibimiento de lanzamiento si no la desalojan dentro del término legal". De este modo, el texto estimó probado que la demandante es la propietaria de todos los inmuebles citados y que "los demandados, así como personas no determinadas, están ocupando sin título alguno".

Para ello se basó en una comparecencia realizada por ellos ante la Gerencia Municipal de Urbanismo el pasado 21 de marzo de 2006 en la que exponían "que ocupaban el referido inmueble y exigían ser tenidos en cuenta por parte del expediente de ruina".

EL CASO.

La demanda fue formulada por la Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán contra la ocupación de estos inmuebles de su propiedad. Fue el pasado 1 de marzo de 2006 cuando las fuerzas policiales intentaron desalojar la vivienda 'ocupada' de Aniceto Sáenz atendiendo a la denuncia presentada por los titulares de los suelos. No obstante, aquella madrugada un nutrido grupo de personas se concentró ante la fachada del inmueble impidiendo finalmente que el desalojo se llevase a cabo.

En el número 23 de la calle Aniceto Sáenz reside actualmente un grupo de 'ocupas', mientras que en el recinto anexo, el centro social 'Casas Viejas', este colectivo de jóvenes promueve actividades tales como conciertos, proyecciones audiovisuales y talleres; actividades que rechazan algunas organizaciones vecinales del barrio del Pumarejo, que han llegado a formular denuncias a consecuencia de las molestias derivadas de las celebraciones que se llevan a cabo en el interior del recinto.

No obstante, la asamblea que gestiona este recinto 'ocupado' defiende que el edificio y la vivienda cumplen una "función social" y que están plenamente integrados en la sociedad y el barrio del Pumarejo al ofrecer a la juventud un lugar de encuentro en el que desarrollar sus actividades. El centro social, de hecho, cuenta con el respaldo de los colectivos de la cercana casa palacio del Pumarejo, un antiguo caserío que goza de protección por su valor histórico y cuyas estancias se dedican a los usos asociativos y a la vivienda 'no especulativa'.