GRANADA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El fiscal ha solicitado la pena de siete años y diez meses de prisión para un hombre, identificado como R.M.R., de 47 años, que entró al domicilio de su mujer, la amenazó e incendió su cocina, pese a tener una orden de alejamiento en su contra en vigor.
Según el escrito de acusación al que tuvo acceso hoy Europa Press, el acusado deberá indemnizar a su mujer en más de 3.000 euros. El Ministerio Público lo considera presunto autor de un delito de incendio, otro de allanamiento, amenazas y una falta de daños.
Los hechos ocurrieron el 13 de octubre de 2005 cuando el acusado, contra el que había dictada una orden de alejamiento en junio de ese año, se dirigió al domicilio de su esposa en Churriana de la Vega (Granada) y tras forzar la puerta del garaje de la vivienda puso en marcha el vehículo de ésta que tenía las llaves puestas.
Con él dio varias vueltas alrededor de la casa sin que conste con qué propósito y lo volvió a estacionar en el garaje. Seguidamente, consta en el relato fiscal, subió las escaleras de la vivienda al tiempo que, con intención de causar a su esposa perjuicio patrimonial, rompía un espejo, un jarrón y varios cuadros que encontró a su paso.
Al despertarse la mujer con el ruido, vio al acusado en el interior por lo que le preguntó qué quería. Éste le contestó "te tengo que matar", por lo que la mujer se refugió en el baño y cerró la puerta con llave, si bien el acusado consiguió romperla a golpes.
Mientras tanto, la mujer tuvo tiempo de avisar por teléfono a la Guardia Civil y salió corriendo por las escaleras. El acusado se dirigió a la cocina, prendió fuego a las cortinas y el fuego se extendió por la habitación.
La víctima huyó de la casa y esperó escondida a que llegara la Guardia Civil que detuvo al procesado cuando salía del garaje.
A consecuencia de los hechos la mujer sufrió crisis de ansiedad que precisó asistencia médica y padece una lesión psíquica consistente en un cuadro depresivo grave con motivo de la conducta agresiva del acusado hacia ella desde que iniciaron la relación hace más de 20 años.
El acusado padece un trastorno de personalidad no filiado con gran dificultad en el control de impulsos y sintomatología ansioso-depresiva en grado elevado, precisando tratamiento ambulatorio permanente, lo que supone una reducción en grado medio de su capacidad volitiva, no intelectiva. El juicio está previsto que se celebre en la Audiencia provincial el próximo 10 de abril.
