TOLEDO, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, defendió hoy una política hidrológica nacional donde prime la "coherencia" en todas las cuencas, que siga la filosofía y estrategia de "no trasvase".
Tras dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, y a preguntas de los medios, Lamata señaló que la política del Gobierno nacional, que ha continuado, esa es la estrategia y el "corolario" que de ella se deriva para Castilla-La Mancha es que el trasvase Tajo-Segura "tiene fecha de caducidad".
En este sentido, recordó que los pantanos de cuenca en Castilla-La Mancha "están secos y vacíos" y "llevan así varios años", por lo que resulta importante que se pongan en marcha alternativas como la desalación, que es "lo que clama a la conciencia de cualquier personas sensata".
Así, recordó que si hace cuatro años se hubieran hecho las desaladoras estarían desalándose en el Levante 300 hectómetros cúbicos, "más del doble de la media del trasvase en estos últimos años", agregó, convencido de que si la estrategia sigue siendo la misma "lo mismo que vale para Cataluña vale para Castilla-La Mancha".
Fernando Lamata destacó que, por aplicación de la Ley, no va a haber agua para trasvasar, y este planteamiento "es de sentido común y perogrullo", y apostó por que se acaben los trasvases para regadío, los que tienen como destino el consumo humano cuyo uso no se controla, y por que las desaladoras se construyan "cuanto antes".
