BILBAO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del PSE-EE, Patxi López, mostró hoy su rechazo a la posibilidad de crear ahora una comisión preparatoria de la mesa de partidos y apostó porque los partidos prosigan con sus contactos bilaterales con el fin de llegar a consensos que todavía no se han producido y que eviten "la frustración" en el foro multipartito.
López se refirió, de esta forma, a la petición del presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, y del coordinador general del EB, Javier Madrazo, para que se constituya un grupo de trabajo este verano que facilite la constitución de la mesa de partidos el próximo mes de octubre.
El líder de los socialistas vascos manifestó que "no es éste el momento" para crear la comisión preparatoria porque "no están las cosas lo suficientemente avanzadas ni maduras como para sentarnos todos los partidos políticos en una mesa, cada uno su posición", porque "dificultaría "enormemente buscar aproximaciones".
"Creemos que todavía estamos en ese momento en el que los encuentros bilaterales son necesarios para ir acercando posturas que, luego, nos hagan sentarnos en esa mesa multilateral con posiciones ya avanzadas y maduras que nos permitan llegar más facilmente a un consenso", añadió.
A su juicio, "el principio básico" es que la mesa nazca "por consenso en todas estas características porque, si no, sería una mesa coja, que podría llevar a la frustración".
"El consenso lo que necesita son acercamientos de posturas y de posiciones políticas que no se han producido y, por lo tanto, no nos vamos a sentar en una mesa cada uno con nuestra posición cerrada", añadió, para considerar que es necesario "diálogo y tiempo".
Para el líder de los socialistas vascos, sólo se puede constituir una mesa "cuando haya consenso, que es bastante más importante que poner una mesa a plazo fijo, lo que no quiere decir que no pueda estar hecha para otoño", señaló en referencia a que se haya marcado por algunos partidos ese mes como fecha para crear el foro multipartito.
ARALAR
Patxi López compareció ante los medios de comunicación tras el encuentro que mantuvo en la sede del PSE-EE de Bilbao con el líder de Aralar, Patxi Zabaleta, dentro de la ronda de contactos que aborda con todos los partidos vascos. En la reunión, fueron patentes las divergencias existentes entre ambos en lo que se refiere a las mayorías necesarias para lograr un acuerdo en la mesa de partidos y en torno a la Ley de Partidos.
Mientras el PSE-EE defiende que, del foro, salga un pacto transversal entre nacionalistas y no nacionalistas, Aralar aboga por intentar un acuerdo lo más integrador posible, pero que, en caso de que no sea posible, prevalezca la mayoría lograda.
En la rueda de prensa posterior al encuentro -ambos comparecieron por separado-, Patxi López recordó que se trata de la primera reunión de estas características que mantiene con Zabaleta y que, por lo tanto, ha sido "un encuentro absolutamente cordial y sincero", pero más bien "exploratorio".
Patxi López destacó, entre las coincidencias que mantiene con Zabaleta, "el apoyo al Gobierno en el proceso de paz y la necesidad de que éste se haga con discreción y prudencia", así como la creencia de que es necesario desvincular la vía del diálogo Gobierno-ETA de la del diálogo político.
"No estamos dispuestos a que, de ninguna manera, ETA tutele el diálogo político que se tiene que abrir en Euskadi. Por lo tanto, son vías absolutamente distintas y divergentes que no se condicionan. Además, la política necesita la desaparición de la violencia y se puede llegar a resoluciones", apuntó.
Tanto López como Zabaleta coincidieron, además, en la necesidad de que la mesa "nazca con consenso", pero explicó que discrepan en las mayorías a lograr en el foro multipartito en torno a un acuerdo.
Mientras el PSE-EE defiende que en la mesa se deben alcanzar acuerdos transversales, de forma que haya un pacto "entre diferentes como fórmula para buscar soluciones", Aralar plantea "el respeto a las minorías, es decir, un planteamiento de mayorías", que los socialistas no comparten porque "no se habla de una Ley cualquiera, sino del marco de convivencia, que necesita del entendimiento entre las dos grandes sensibilidades de este país, los nacionalistas y los no nacionalistas".
"No podemos todos estar hablando de la extraordinaria pluralidad de las ideas, de la diversidad de los sentimientos y de las identidades de la sociedad vasca, y que esto no esté reflejado en nuestro marco político y nuestro marco de convivencia. Es decir, necesita el pacto entre diferentes para que tenga alguna virtualidad", insistió.
SIN EXCLUSIONES
Por su parte, el dirigente de Aralar consideró que la normalización política habrá que abordarla "sin exclusiones, sin condicionamientos previos y con la actitud de intentar lograr los máximos consensos".
No obstante, precisó que, en democracia, "cuando no hay consensos, lo que mandan son las mayorías" y se deben respetar las minorías. "Las minorías son acreedoras de todo el respeto democrático, a su identidad, a sus iniciativas, a sus propuestas, pero, naturalmente, en el juego democrático", apuntó.
Además, apostó porque se creen dos mesas de partidos, una en la Comunidad Autónoma Vasca y otra "acoplable" en Navarra. Estas tendrán que tener "su nexo de unión entre las fuerzas que quieran estar en una y en otra mesa".
Zabaleta dijo que no puede abordarse la normalización con exclusiones y apostó por la derogación de la Ley de Partidos. "Tendría que considerarse ya obsoleta y tenemos que volver a la situación anterior", señaló.
Además, apuntó que "no hay que perder la esperanza" de que, cuando avance el proceso, la postura del PP "acabará cambiando, a pesar de los epítetos y a pesar de las actitudes que ahora se plantean".
Por último, expresó su satisfacción porque el PSE-EE haya realizado una ronda de contactos con todos los partidos, "sin excepciones". "Estas rondas sirven para asentar las estructuras o las bases, por medio de las cuales ha de formarse también la mesa de partidos que ha de abordar, con total libertad, el tema de la normalización política", apuntó.
En este sentido, recordó que siempre ha defendido "la separación entre las mesas de pacificación y de normalización política por principio democratico ineludible, y también por pura funcionalidad".