BILBAO, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno vasco, Javier Madrazo, consideró hoy que si ETA rompe la tregua, "no sería para volver a matar", sino que se "estaría en la antesala del 22 de marzo", después de tres años sin atentados mortales porque, añadió, la banda terrorista "sabe que si volviera a matar sería el principio del fin, no tiene otra alternativa".
En una entrevista en Radio Euskadi, recogida por Europa Press, consideró que la lectura de un manifiesto en nombre de ETA por parte de tres encapuchados armados, el sábado con motivo del Gudari Eguna, "es un pulso, un órdago al presidente del Gobierno" porque la ruptura de la tregua", aunque no hubiera más víctimas mortales, "dejaría al partido socialista en una situación muy comprometida ante el PP, que se lo comería vivo".
El consejero enmarcó estas reflexiones en el debate "que está en los mentideros políticos", sobre la posibilidad de que ETA pueda romper el alto el fuego permanente, aunque reconoció que "hay dificultades para saber lo que está pasando en el núcleo duro de ETA", sobre el que "hay información confusa".
Madrazo consideró que "la escenificación de unos encapuchados disparando al aire" tiene dos claves de interpretación: por un lado, se trata de "un acto de consumo interno para un mundo desmoralizado que no ve avances en el proceso de paz y normalización política" y por otro "un acto de presión y un pulso al Gobierno del partido socialista, amenazándole con que puede romper la tregua".
"SIN JUSTIFICACIÓN"
Además, el consejero consideró la aparición de los encapuchados que hablaron en nombre de ETA como "un hecho singular" en el contexto de "un proceso de paz bloqueado", con una serie de "episodios negativos, incluida la kale borroka". Según dijo, se trata de un "acto de violencia y amedrentamiento que no tiene ninguna justificación y que hay que rechazar sin paliativos".
En este sentido, emplazó a ETA y a Batasuna a que expliquen "qué significa, qué interpretación hay que dar a esta aparición, con esa escenificación, con esos fusiles y con esos disparos al aire", para que aclaren "pronto, lo antes posible, si siguen apostando por la declaración de Anoeta, por el alto el fuego permanente y por el diálogo multipartito que acabe concretándose en la mesa".
Respecto a la marcha general del proceso, que "requiere un impulso", repasó los problemas que se atraviesan, con Batasuna, que "sigue sin apostar de verdad por vías políticas y democráticas", con ETA, "que no ha declarado un cese definitivo" de la violencia, con kale borroka para "presionar" y con un Gobierno socialista que "sigue sin legalizar" a la izquierda abertzale y "sin modificar la política penitenciaria", además de no reconocer "el derecho a decidir" que tienen los vascos.
El consejero reiteró su apuesta por una comisión preparatoria de la mesa de partidos, que se convertiría "en la piedra angular para desbloquear el proceso y sacarlo del estancamiento". Por este motivo, emplazó de nuevo al PSE-EE a que "se sume" a esta comisión, después de que "el lehendakari, en el pleno de política general, la asumiera".
