MALAGA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
La madre de Rocío Wanninkhof, Alicia Hornos, afirmó hoy, tras conocer el veredicto de culpabilidad contra Tony Alexander King por el asesinato de su hija, estar "muy contenta", aunque apuntó que "falta por condenar a más personas".
Hornos recalcó que "gracias a Dios, por fin se ha hecho y se está haciendo justicia", mostrándose "muy satisfecha". Visiblemente emocionada ante multitud de cámaras y junto a su abogado, Marcos García Montes, afirmó que "se empieza a iluminar una luz ahí arriba en el cielo".
Por último, ante las preguntas de los periodistas sobre si estaba preparada para enfrentarse a un posible nuevo juicio, la madre de la joven de Mijas (Málaga), resaltó que "mi vida está dedicada a mis hijos y particularmente a mi hija Rocío".
El jurado popular declaró por unanimidad este mediodía a Tony Alexander King culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof, aunque no descartó la participación de otras personas en el crimen. Además, lo consideraron no culpable de la tentativa de agresión sexual, por falta de pruebas.
Así, estimaron probado por una mayoría de siete votos a dos el relato de hechos dado en la primera pregunta del objeto del veredicto, pero añadieron una modificación, concluyendo que "no fue la única persona". Asimismo, estimaron favorable, por cinco votos a cuatro, que el británico no fue el único autor, lo que se refleja en la pregunta número siete.
Los miembros del Tribunal popular, que han estado deliberando un día y medio, argumentan en su veredicto esa posible participación de terceras personas, en primer lugar, en el pañuelo con sangre de la víctima, encontrado en el lugar donde ocurrieron los hechos el día 9 de octubre de 1999, al explicar que tuvo que ser "ofrecido por una persona conocida".
Asimismo, se basaron para esta afirmación en el reguero de sangre que supone que más personas transportaron el cadáver, que, estiman, fue arrojado; en el lugar donde se halló el cuerpo, el club Altos del Rodeo en Marbella (Málaga), donde la familia tenía intereses, lo que era conocido por el entorno familiar, y en una pegatina hallada en dicha zona, que supone que uno de los implicados "participó en las búsquedas".
Por otro lado, estimaron probado por unanimidad la existencia de alevosía en la comisión de los hechos, de forma que el acusado aprovechó el estado de aturdimiento o indefensión de la víctima, al basarse en los informes y en las declaraciones de los forenses. Por esto, consideraron a King no culpable de un delito de homicidio y sí de asesinato.
El jurado concluyó, además, que en el asesinato de la joven concurrió el agravante del lugar donde se produjo, que era solitario y poco iluminado, y el del uso del arma blanca, por las señales en las ropas, ambos planteados por el fiscal. al tiempo que considera no favorable por unanimidad que el acusado no estuviera en plenas facultades mentales en ese momento, por lo que rechaza la atenuante de trastorno mental.
El jurado descarta que las alteraciones mentales por la declaración de la vecina del acusado, que le dejó el coche, quien dijo que acudió "normal" a devolverle las llaves; así como por los informes psicológicos que determinan que King no tiene mermadas sus facultades. Por último, se opusieron a la solicitud de un indulto para King.
Tras descartarse la agresión sexual, el fiscal solicitó la pena de 20 años de prisión y no 26 y nueve meses como hizo en sus conclusiones finales, al igual que la acusación particular, quien, no obstante, insistió en que se produjera el cumplimiento íntegro de la condena. Por contra, la defensa solicitó la pena mínima en el caso de un delito de asesinato, 15 años.
