Mañana arranca el juicio a la doctora De Mingo acusada de matar a tres personas y de intentarlo con siete más

Actualizado: lunes, 8 mayo 2006 19:59

El fiscal pide 65 años y 11 meses de prisión para la médica, mientras que las acusaciones solicitan 84 años y 5 meses de cárcel

MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

La sección decimosexta de la Audiencia Provincial de Madrid comenzará a juzgar a partir de mañana a Noelia de Mingo, la médico residente de la Fundación Jiménez Díaz afectada de esquizofrenia paranoide que en abril de 2003 supuestamente acabó con la vida de tres personas e intentó matar a siete más, a las que hirió de diversa consideración con un cuchillo de cocina.

El proceso a la doctora De Mingo se desarrollará a lo largo de ocho sesiones señaladas para los días 9, 10, 11, 16, 18, 29, 30 y 31 de mayo.

El Ministerio Público solicita para la procesada 65 años y 11 meses de prisión o, alternativamente, su ingreso en un centro cerrado por el mismo periodo de tiempo al considerarla autora de tres delitos de asesinato, cuatro de asesinato en grado de tentativa, un delito de lesiones graves y una falta de lesiones, todo ello con la eximente incompleta de enajenación mental y con la agravante de alevosía.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por el letrado Carlos Sardinero, y la acusación popular, en representación de la Asociación del Defensor del Paciente (ADEPA), piden que Noelia de Mingo cumpla una pena de prisión de 85 años y 5 meses por las muertes de Leilah E.O., Jacinta G. de la L. y Félix V.A. y por las lesiones que sufrieron otras siete personas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

APUÑALADOS DE MANERA SORPRESIVA

El escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público declara probado que Noelia de Mingo, médico residente de tercer curso con contrato en la Fundación Jiménez Díaz y afectada de esquizofrenia paranoide con delirios de persecución "que afectaban a todo tipo de relaciones personales y laborales y que limitaba parcialmente su capacidad volitiva e intelectual", en la mediodía del 3 de abril de 2003 "de una manera sorpresiva e inesperada" sacó un cuchillo de cocina y comenzó a agredir por la espalda a compañeros y a pacientes del centro.

En el transcurso del ataque, De Mingo se topó con la médico residente Leilah E.O., de 27 años de edad, a la que asestó cinco puñaladas en zonas vitales, provocándole heridas que le causaron la muerte. La mujer, al recibir las cuchilladas por la espalda, no pudo defenderse.

Tras asaltar a Leilah, la procesada se dirigió a la también médico residente María A.V., a la que cogió por la espalda y comenzó a clavar el cuchillo con la intención de matarla, dejándola finalmente malherida. La acusada prosiguió su marcha y apuñaló a Belén A.S., que sufrió un corte en la espalda; a Carmen F.C., que recibió tres cuchilladas, y a María Pilar P.M., que resultó policontusionada.

"UNA ACOMETIDA CRIMINAL"

Acto seguido, Noelia de Mingo abandonó la habitación de la tercera planta de la Fundación Jiménez Díaz en la que se encontraba y salió al pasillo, donde chocó con Jacinta G. de la L., quien se encontraba hablando con su hijo por teléfono, "comenzando la acusada a apuñalar a la paciente hasta en nueve ocasiones provocando su inmediato fallecimiento".

El fiscal asegura que después de asaltar a Jacinta G. de la L., De Mingo se encontró con el paciente Félix V.A. que, desconociendo la situación en la que se hallaba la procesada, se acercó a hablar con ella "recibiendo la acometida criminal de ésta que continuó con su actividad propinando multitud de puñaladas en los órganos vitales" del hombre causándole heridas que determinaron su fallecimiento días después.

En ese momento apareció en el lugar de los hechos Carmen L.F., quien recibió un corte en el antebrazo derecho por parte de la acusada, y la enfermera Cristina T.C. que resultó gravemente apuñalada. "Finalmente, antes de ser reducida por los celadores, Noelia de Mingo se enfrentó a Cristina T.C., quien recibió al menos un puñalada en el hemotórax", concluye el fiscal.

El representantes del Ministerio Público subraya que María Luisa C., Esperanza G.R. y Dolores O.G., todas ellas testigos de los hechos, sufrieron estrés postraumático, ansiedad y depresión.