MÁLAGA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El actual fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Málaga, Manuel Villén, ha presentado su renuncia a seguir en el cargo por motivos "estrictamente profesionales", según aseguró él mismo, que permanecerá adscrito a la Fiscalía malagueña a partir de que sea efectiva dicha renuncia.
Villén explicó a los periodistas que esta decisión se toma un mes antes de que tuviera que cesar por finalizar su último mandato de cinco años el próximo mes de noviembre y precisó que "razones personales me han llevado a adelantar mi cese" y decidir no volver a presentarse a la reelección en el puesto.
El todavía responsable de la Fiscalía de Málaga manifestó que presentó su renuncia hace dos días y que se entrevistó en Madrid con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para explicarle los motivos personalmente y leerle el escrito presentado.
Conde-Pumpido será quien tendrá que aceptar la renuncia, según dijo, tras lo que se tendrá que publicar en el Boletín Oficial del Estado (BOE) e iniciarse el proceso para la elección del nuevo jefe. Mientras se llevan a cabo estos trámites, el teniente fiscal, Antonio Morales, ocupará la Jefatura malagueña.
Villén aseguró que los 12 años y seis meses, desde julio de 1996, que ha estado como fiscal jefe han sido "interesantísimos tanto profesional como personalmente" y consideró que la Fiscalía de Málaga "ha cambiado de la noche a la mañana", pasando de 40 a más de 80 fiscales y con ampliaciones de las dependencias fiscales no sólo en la capital.
Además, destacó el crecimiento "extraordinario" de la actividad fiscal, tanto en los juzgados como con la creación de áreas especializadas, y aseguró que la Fiscalía seguirá funcionando "con las limitaciones que existen de personal colaborador, que es preocupante", y que él ya ha transmitido a las administraciones competentes.
En la elección del nuevo fiscal jefe, según explicaron fuentes fiscales, el Consejo Fiscal emitirá un informe sobre el candidato o los candidatos, que no es vinculante, puesto que es el fiscal general del Estado es el que, finalmente, designa. Estos trámites deberían estar resueltos antes de que acabe el año.
