Maragall destaca que su relación con Zapatero es mejor que nunca y dice que no sería bueno que CiU gestionase el Estatut

Actualizado: jueves, 22 junio 2006 16:11

((AMPLIACIÓN))

Ambos dirigentes repasaron el desarrollo de la reforma aprobada y la creación de las comisiones que deben negociar

MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, aseguró hoy que su relación con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "nunca ha sido tan buena como es hoy" y que ambos han acordado los primeros pasos para el desarrollo inmediato del Estatut, a través de una serie de comisiones mixtas que empezarán a funcionar en otoño. Un desarrollo que, a juicio del presidente catalán, no sería "lógico, ni justo ni positivo" que fuera responsabilidad del nacionalismo, al que reconoció sin embargo su "aportación" a la reforma.

Maragall mantuvo una entrevista de dos horas y media con Rodríguez Zapatero en el Palacio de la Moncloa. Según expuso al concluir, fue "una larga conversación" en la que ambos repasaron muchos temas y entre ellos, la posible sucesión como candidato del primer secretario del PSC. "Hemos hablado de Pepe Montilla, cómo no. Positivamente", se limitó a responder.

También en la charla surgió el futuro de Pasqual Maragall un vez que deje la presidencia de la Generalitat, dijo él mismo. "No niego que hayamos entrado en el tema, pero esa conversación ha durado poquísimo", zanjó. Y en cuanto a si el presidente del Gobierno le ha animado a seguir o dejar paso, respondió que es una cuestión en la que Rodríguez Zapatero "no ha incidido nunca, no tenía que hacerlo y no lo ha hecho".

El presidente catalán rechazó las interpretaciones que apuntan a que su relación con el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE hace meses que se estropeó y afirmó que "nunca ha sido tan buena como es hoy". "Esa relación tiene una historia larga, está en el origen de muchas de las cosas que pasan en el país en este momento y va a seguir", agregó. "Que quede claro --insistió-- que la identidad de proyectos es total".

En esa conversación sobre conceptos y proyectos, Maragall aseguró que ha reiterado ante Zapatero que "es perjudicial" confundir Cataluña con nacionalismo catalán y que éste "no es la filosofía dominante en el gobierno ni en la sociedad catalana hoy". Y añadió ante los periodistas que, a su juicio, "no sería lógico, ni justo ni positivo" que el desarrollo estatutario fuera impulsado por CiU; aunque a continuación le reconoció su aportación a la reforma y cómo tanto Rodríguez Zapatero como él defendieron el apoyo nacionalista catalán en las Cortes. "Habiendo dejado claro que no era necesario, era conveniente", expuso.

TRASPASO DE GASTOS Y COMPETENCIAS A LOS AYUNTAMIENTOS

Al margen de todas estas cuestiones, Maragall aseguró que la reunión de hoy sirvió para comprometer el desarrollo del Estatut tras la ratificación en referéndum. Agradeció a Zapatero "su coraje político y su capacidad de asunción de riesgos" en todo este proceso.

Pasqual Maragall explicó que con la "mayor brevedad", pero sin fechas determinadas, se organizarán las comisiones que deben estudiar cuestiones concretas: comisión bilateral Estado-Generalitat, comisión mixta de asuntos económicos y fiscales o comisión de seguimiento de las inversiones estatales en infraestructuras.

Ambos dirigentes abordaron además la participación catalana en organismos económicos y sociales, la creación de un consorcio con la Agencia Tributaria, la negociación de los mecanismos de nivelación (para que se tenga en cuenta no sólo la población sino el peso de la inmigración); y también, la gestión de los aeropuertos, la creación de un fondo de dinero para ir reduciendo los peajes de las autopistas, la transferencia del Hospital Clínico, el futuro del castillo de Montjuic --"una historia antigua que no termina de completarse y vamos a hacerlo rápidamente"--, y la anulación oficial de los procesos y consejos de guerra, así como el restablecimiento de la figura Lluis Companys, fusilado por el régimen franquista.

Maragall quiso recalcar que Cataluña quiere más competencias para tenerlas "más cerca" y anunció que transferirá una parte de las mismas y del gasto al sector local. La Comunidad, explicó, gestiona el 60 por ciento del gasto público neto (sin contar Seguridad Social, deuda pública) y la media del resto de autonomías, el 50 por ciento; ese diferencial del 10 por ciento será el que la Generalitat traspase a los municipios. "Nos proponemos ser la comunidad más próxima a la gente de Europa", expuso.