Maragall elude hablar de su candidatura, califica a ERC y PP de "fundamentalismos extremos" y elogia a CiU

Dice que el PSC tiene "banquillo" suficiente y que no sería problema que el candidato no hubiera nacido en Cataluña

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 17 mayo 2006 14:22

MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, eludió hoy responder sobre su candidatura y se limitó a asegurar que "no hay despedida", que este asunto "no está encima de la mesa" y que ve "difícil" que Rodríguez Zapatero y Artur Mas hayan podido pactar quien es el próximo president. Maragall calificó de "fundamentalistas radicales" a PP y ERC y consideró que la garantía de gobernabilidad de Artur Mas es "fair play del bueno" y "no tiene trampa".

Maragall, que participó en los Desayunos Informativos de Europa Press, que patrocinan Banif, Grupo SM. Sum Microsystems y Telefónica, ve "difícil" que el presidente del Gobierno español y el presidente del partido de oposición en Cataluña hayan pactado su futuro. "No veo en qué puedan decidir por ejemplo lo que pacten, si pactan algo. Otra cosa es formular deseos, expresar mutuos reconocimientos y aprecios, pero decidir lo va a hacer el pueblo de Cataluña y no es el momento de hacer primarias".

En todo caso, aseguró que Zapatero no le ha pedido que anuncie su retirada antes del 18 de junio y sobre su candidatura dijo que quiere, desea y hará todo lo posible porque se cumpla su "sueño" de que el pueblo catalán tenga el Estatut que se merece.

"No hay despedida", dijo Maragall y añadió que tampoco "no está encima de la mesa", aunque admitió que el PSC, como dijo ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, tiene "banquillo suficiente" y que el problema "es elegir". También recalcó que no habría ningún obstáculo en que el candidato no haya nacido en Cataluña, en alusión al ministro de Industria, José Montilla, que acudió a escuchar al president.

Opinó que su decisión final no dependerá del resultado del referéndum, aunque cree que la participación será alta y el resultado "positivo". "Eso no quiere decir --explicó-- que deba tener significado sobre mi carrera política. Son dos cuestiones que no deberían ligar". "El día después (del 18 de junio) ya parlarem. No distraigamos a la gente", apostilló.

Dijo que la fecha electoral es la pregunta del "millón" y ni siquiera desveló si los comicios se celebrarán en otoño porque, dijo, "hay otoños que no terminan nunca".

Expuso que "no estamos en la fase" de hablar de fechas electorales y sí "en el momento en que Cataluña se tiene que pronunciar y eso sí que va a tener muchos efectos en todos los terrenos, bien o mal". En este punto se refirió al Estatut como algo que puede ser visto por algunos "como demasiado ambicioso y por otros como poco ambicioso, lo suficiente como para que se planteen aliar sus nos. Es una lucha a cara de perro entre dos fundamentalismos extremos y una sensatez ambiciosa", afirmó en alusión a PP y ERC.

PERMANENCIA "IMPOSIBLE" DE ERC EN EL TRIPARTITO

Acusó al PP de "azuzar" el no al Estatut y añadió que no le merece mejor opinión la "actitud de ERC", que es "contraria a sus intereses, en línea con la ERC menos sensata y más rupturista". "Ya me gustaría que ERC tuviera la inteligencia y sensatez que tuvo Maciá", el que fuera Presidente de la Generalitat y fundador de ERC. No quiso aclarar si Ezquerra tiene la puerta abierta para volver al Gobierno catalán. "Hoy no toca esto", afirmó, parafraseando a Pujol.

Por otro lado, explicó que no hay otro motivo para el cese de los consejeros de ERC que su no al Estatut. "Era imposible pedir la participación en el referéndum desde un gobierno dividido. Su permanencia era imposible y perjudicial a las 'chances' del sí".

En este sentido, subrayó que no tiene "inquietud" sobre el resultado del referéndum porque, aseguró, las opiniones "radicales" de Ezquerra y el Partido Popular garantizan una alta participación.

Está convencido de que las relaciones con los republicanos "se reconducirán", pero no antes de que acabe la actual legislatura. "Es prácticamente imposible. Estamos en situación de legislatura recortada, la legislatura del Estatut", apuntó e incidió en los logros del tripartito al tiempo que lamentó que el foco mediático se haya centrado en la definición de nación y en la consulta. "Este gobierno no tendría por qué marcharse, al contrario, pero todo se ha centrado en la definición de Cataluña como nación, sí o no y el referéndum", agregó.

Admitió, de otro lado, que el anexo del Pacto del Tinell en el que se rechaza cualquier pacto con los 'populares' era "evitable e innecesario" y que se puso en un "arrebato de sinceridad inútil".

OFERTA "JUSTIFICADA" DE CiU

Por el contrario, calificó de "fair play del bueno" la garantía de estabilidad que le ha dado Artur Mas y consideró que "no tiene trampa". A su juicio, la oferta está "justificada" por los intereses de "quien hace la propuesta" y es "digna y razonable" y por tanto no tiene "por qué no creerla".

En este sentido, destacó que, además de la reunión de Zapatero y Mas en Moncloa en la que acordaron el apoyo de CiU al Estatut, se produjo otro encuentro en el que el propio Maragall estuvo presente el agosto del pasado año y en el que se pactó que el texto se iba a aprobar en Cataluña con determinadas condiciones "y eso es lo que ocurrió".

Sin embargo, dijo desconocer si el presidente del Gobierno y el líder de CiU acordaron además apoyar al Ejecutivo en Madrid y su posible entrada en el Gobierno. Tras afirmar que CiU siempre ha jugado "a no estar del todo", consideró que sería "muy buena noticia" que se confirmara la participación de Convergencia en el Gobierno de la nación.

A la pregunta de si ve al secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, como ministro, Maragall replicó irónico que él "sí se ve y yo creo que se lo merece. Lo ha buscado con tenacidad".

En cualquier caso, preguntado por la posibilidad de un pacto PSC-CiU en caso de "emergencia máxima", respondió con otra pregunta y una respuesta: "¿Estamos en emergencia máxima? No".

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