El PSOE, que mantendrá contactos bilaterales con PP y ERC, explora la posibilidad de que las lenguas vayan en unas normas de funcionamiento
MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso, Manuel Marín, animó hoy a los grupos parlamentarios a buscar consensos antes de fin de año para poder aprobar la reforma del Reglamento de la Cámara Baja, pendiente desde 1982. El único escollo radica en el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, una reivindicación a la que los grupos minoritarios no están dispuestos a renunciar, informaron a Europa Press en fuentes parlamentarias.
Después de más de un año de 'parón', Marín convocó hoy a los miembros de la Ponencia de Reglamento con el fin de invitarles a ponerse de acuerdo y sacar adelante la reforma, que ya cuenta con el beneplácito de los grupos en aspectos como la creación de comisiones de investigación, el reforzamiento del control al Gobierno, la creación de una Oficina Presupuestaria o la agilización de los debates plenarios.
Durante la reunión --que apenas duró diez minutos--, ninguno de los portavoces tomó la palabra, limitándose a escuchar la "voluntad" del presidente del Congreso de aprobar unas nuevas reglas para el Congreso, una de sus principales promesas de esta legislatura junto a la modernización tecnológica.
BORRADOR DE LOS TRABAJOS
Además, los letrados del Congreso entregaron a los miembros de la Ponencia un borrador de Reglamento que recoge los acuerdos alcanzados por todos los grupos en las largas sesiones de trabajo, la última de ellas en el Parador de Sigüenza (Guadalajara) en julio de 2005. El uso de las lenguas cooficiales, uno de los temas conflictivos, no figura en dicho documento.
También se facilitó a los grupos otro informe de carácter más técnico en el que figuran aquellas leyes aprobadas recientemente que pueden afectar al articulado del Reglamento, como el Estatuto de Cataluña, la Ley de Defensa Nacional, la Ley de Peticiones o el Estatuto de RTVE.
Aunque no se ha fijado fecha concreta para una nueva cita, Marín confía en que los grupos mantengan conversaciones en las próximas semanas que propicien el acercamiento en el ámbito lingüístico. Hasta ahora, ha habido dos posturas claramente enfrentadas: la del PP, que se niega a que el nuevo Reglamento introduzca cambios en esta materia; y la del denominado 'grupo de Sitges' que aglutina a ERC, CiU, IU-ICV, PNV, CC-NC y Grupo Mixto, que aboga por una regulación expresa del uso del catalán, el gallego y el euskera en el articulado.
Por lo pronto, el PSOE ha tomado 'el guante' al presidente del Congreso y tiene previsto mantener contactos bilaterales tanto con el Grupo Popular como con los republicanos para ver si es posible salvar este escollo, informaron a Europa Press en fuentes de esta formación.
Los socialistas quieren buscar una vía intermedia que permita contentar a todos los grupos y, con este objetivo, exploran la posibilidad de que el uso de las lenguas cooficiales pueda incorporarse en un anexo al Reglamento que versaría sobre las reglas de funcionamiento de la Cámara Baja.
PSOE: UN TEMA "SENSIBLE" QUE REQUIERE CONSENSO
El portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Diego López Garrido, admitió hoy en una rueda de prensa que las lenguas "es el punto sensible" y añadió que la reforma "no se puede hacer con una parte de la Cámara contra la otra parte". "Estamos dispuestos a todo --enfatizó--. Aceptaremos cualquiera de la soluciones siempre que haya consenso", enfatizó.
Así, explicó que su formación está "abierta" tanto a que se apruebe la reforma reglamentaria dejando pendiente para el futuro el tema de las lenguas, como a que se acepte la denominada 'fórmula Marín' que se aplicó a principios de 2005 (que permitía un breve uso de las lenguas cooficiales al inicio de las intervenciones si iba acompañado de la correspondiente traducción).
PP: "DEPENDENCIA DE LOS NACIONALISTAS"
Por su parte, el portavoz parlamentario del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, recordó que él mismo pactó con el ex portavoz Alfredo Pérez Rubalcaba una "reforma de mínimos" que, "sin ser la panacea", daba más agilidad a la actividad parlamentaria.
Dicho esto, Zaplana culpó a los nacionalistas de que el nuevo Reglamento no esté en marcha, porque "quieren hablar en su lengua". "Esa es la cuestión: la dependencia (del PSOE) de los nacionalistas, que nos acompaña desde el inicio de la legislatura en todos los ámbitos".
