ALICANTE, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, aseguró hoy que "más de 300 personas y un centenar de vehículos están trabajando para devolver a la normalidad las zonas más afectadas por las fuertes lluvias" registradas en los municipios de la zona norte de la provincia de Alicante, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Generalitat, quienes indicaron que el Consell aplicará "un plan de choque en Calp".
Tras visitar los municipios alicantinos de El Verger, Els Poblets y Calpe, Serafín Castellano explicó que ahora los trabajos de los equipos de emergencia "se centran principalmente en Calp y las inmediaciones del Peñón de Ifach, una de las zonas más castigadas por el temporal de lluvia, donde se ha diseñado un plan de choque para devolver a este municipio a la normalidad cuanto antes".
El conseller de Gobernación se reunió con el alcalde de este municipio de la Marina Alta y resaltó que el nivel de las Salinas de Calp "ha descendido significativamente gracias al canal abierto a través del paseo marítimo y el bombeo realizado, lo que ha permitido comenzar a realizar achiques en bajos y garajes de la zona".
En esta línea, Castellano hizo hincapié en que los "técnicos de las diferentes consellerias competentes están evaluando los daños causados por el agua casa por casa, ya que el Consell aprobará el próximo viernes un decreto especial de ayudas para atender las zonas más afectadas por las lluvias de modo que se puedan reconstruir todas las viviendas afectadas y el mobiliario sin límite de presupuesto".
En este sentido, el conseller apuntó que se está elaborando "un censo actualizado y concretos de las necesidades de los ciudadanos afectados por el episodio de lluvias".
Por lo que respecta al resto de zonas más dañadas, como es el caso de El Verger o Els Poblets, Castellano precisó que "evolucionan hacia una situación de normalidad ya que los trabajos realizados durante la pasada noche constatan un avance importante en las labores de limpieza de las calles", aunque todavía queda "mucho trabajo por hacer", según dijo.
