BARCELONA 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, aseguró que CiU "no caerá en las provocaciones" del PSC, al que vio dispuesto a "usar su peor estilo en este final de campaña". Mas insistió en su compromiso de "ser presidente de todos los catalanes sin excepciones" para responder a las acusaciones de "excluyente" que le hace el PSC, y especialmente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que le tildó de "integrista".
"Nos sería muy fácil entrar en el debate del que han querido hablar en los últimos meses los socialistas", sobre las raíces del candidato del PSC, José Montilla, nacido en Córdoba, "pero la primera obligación de un candidato es unir al pueblo de Catalunya y no dividirlo", por lo que "no caeré en la provocación", afirmó.
En una comida que cerraba el ciclo de candidatos del Tribuna Barcelona, Mas volvió a leer las tres primeras cláusulas de su contrato con los catalanes, que remarcan su compromiso de "gobernar para todos los catalanes" y considerar a "Catalunya como un solo pueblo, un solo país y una nación", insistiendo en que "CiU acabará su campaña con un mensaje claro de lo que es la esencia de Catalunya y de nuestro compromiso de futuro" a pesar de las acusaciones del resto de fuerzas.
GOBERNAR EN SOLITARIO.
Mas reiteró también su convencimiento de que "un gobierno fuerte" pasa solamente por un ejecutivo "de CiU en solitario" aunque sea sin mayoría absoluta y "con acuerdos puntuales" con el resto de fuerzas para asuntos concretos, antes que cualquier fórmula de alianza que supondría, a su entender, "hipotecas y equilibrios internos".
"No se preocupe, que gobernará CiU", respondió tajantemente Mas a las preguntas sobre futuros escenarios postelectorales que se le hicieron durante el coloquio. Mas se mostró convencido de que "en este momento es perfectamente posible un gobierno de CiU con fortaleza suficiente" para gobernar sin hipotecas, "porque lo dice el ambiente de la calle".
Para Mas, "un gobierno fuerte no puede ser un gobierno de CiU en el que el PP tenga un peso significativo" porque "cualquier decisión" de un ejecutivo así "sería proscrita y no tendría la aceptación que requiere" por parte de la población, pero "tampoco puede ser otro tripartito". "No pretendemos excluir al PP de la política catalana" y CiU no se cierra la puerta a pactos puntuales "para alguna ley concreta" con los populares, "cosa que el tripartito también ha hecho", puntualizó.
GOBIERNO ÁGIL U OBSTACULIZADOR.
Mas consideró que "Catalunya no puede perder más tiempo" ante "decisiones y actuaciones urgentes" que se han de hacer, especialmente en el terreno de las infraestructuras, para lo que "hace falta un gobierno ágil" que, en su opinión, no puede ofrecer el tripartito.
El candidato de CiU denunció así que el tripartito sería "un gobierno obstaculizador" para los proyectos que Catalunya debe desarrollar en los próximos siete años con el aumento de la inversión estatal que prevé el Estatut y puso como ejemplo el Cuarto Cinturón, sobre el que "ICV-EUiA dice que no se ha de hacer, ERC dice que ha de ser corredor central del Vallès y el PSC cree que se ha de hacer".
Mas insistió en desacreditar la posibilidad de que el tripartito vuelva a constituirse aunque CiU resulte ganadora de las elecciones, asegurando que "es muy difícil tener autoridad política ni moral" desde "un gobierno cuyo presidente no ha sido capaz de ganar las elecciones" en su país.
El candidato convergente denunció el "proyecto legal de ocupación del poder" que supuso, a su entender, el tripartito, y que contrapuso con el "proyecto de CiU" de "liderazgo del país". Mas insistió en la "pérdida de crédito y prestigio" que ha sufrido "la Generalitat de Catalunya" y que atribuyó tanto al tripartito como "a la actuación de los dirigentes del PP".
EL "PROBLEMA CRÓNICO" CON ESPAÑA.
Para reconstruirla, señaló que "la tentación inmediata sería decir que los catalanes hemos de saber expresarnos mejor, pero no se lo diré porque no creo en ello". Para Mas, "ese no es el problema porque nos hemos explicado del derecho y del revés" con exposiciones, charlas y "actuaciones concretas", por lo que "quizás este problema crónico" en las relaciones entre Catalunya y España "está en el otro lado", en el del Estado.
En este sentido, Mas acusó "tanto al PP como al PSOE" de haber "utilizado en algún momento a Catalunya para sacar un beneficio estrictamente partidista" y alegó además que CiU "ha estado ininterrumpidamente durante 30 años" dispuesta a colaborar "cada vez que en España ha habido necesidad del apoyo del nacionalismo que presentaba CiU".
PUJOL RELATA SU RELEVO.
El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol fue el encargado de presentar al candidato y lo hizo con un discurso totalmente personalista, con el que explicó los motivos que le llevaron a escoger a Artur Mas como su sucesor "en el momento del relevo" generacional. Lo definió como una persona "con carácter" y con capacidad de "liderazgo", destacando especialmente sus "cualidades morales".
Además de la "cultura, inteligencia y la competencia", Pujol destacó de Mas su "carácter" y el "componente emotivo" en sus valores, algo imprescindible para el ex presidente catalán, convencido de que "es difícil asumir la responsabilidad de un país sin amarlo y sin comprometerse con él".
Pujol relató el proceso que le llevó a decidirse por Mas cuando llegó el momento de la sucesión y explicó que al principio "no hubo mucho trato directo" entre ambos, de tal manera que el president al principio insistía en el error de llamarle Andreu Mas. Pero fue durante un discurso de Mas como conseller de Política Territorial y Obras Públicas para inaugurar un tramo del Eix Transversal cuando Pujol se "emocionó" y quedó "tan impresionado" por sus palabras que empezó a pensar que sería un buen relevo.