S'AGARÓ (GIRONA), 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha afirmado este viernes que una imputación solamente indica que hay indicios de un supuesto delito, pero no pruebas de que éste se haya cometido, por lo que ha pedido comprensión al pedir la destitución de los cargos políticos que actualmente están siendo imputados por diferentes causas.
"Dicen que no esperemos a la decisión de los tribunales, pero si la mera imputación, que significa que hay indicios de irregularidad, acaba significando la destitución de un cargo público ¿en manos de quién dejaremos el ejercicio de los cargos públicos? ¿En manos de los jueces?", ha reflexionado Mas durante la inauguración del XVII Encuentro de Economía de S'Agaró.
En su opinión, la imputación simplemente indica el inicio de un proceso, por lo que cree que los partidos tendrían que ponerse de acuerdo de cómo actuar en este tipo de casos, ya que se ha visto como "muchos casos acaban en nada, aunque la condena social ya está hecha".
"Procuremos no condenar a los justos y no desatar a los pecadores, así es como haremos un mayor bien colectivo", ha añadido el presidente catalán, que también ha reconocido la gravedad de la corrupción, ya que rompe la confianza entre las instituciones y la sociedad.
"Si tiene que pagar alguien procuraré que paguen los pecadores, mejor que los justos, a pesar de determinadas urgencias", ha manifestado Mas en el marco de unas jornadas organizadas por las dos entidades impulsoras de esta tradicional cita: la Cámara de Comercio de Barcelona, presidida por Miquel Valls, y la Fundación Internacional Olof Palme, con Anna Balletbó al frente.
REFLEXIÓN
De todos modos, Mas ha pedido una reflexión en torno a los casos de corrupción, ya que la mayoría de los que se están haciendo públicos son de supuestos delitos cometidos en años de bonanza económica cuando "la percepción era diferente".
Aún así, ha insistido en la voluntad reformadora que tiene la Generalitat en relación a la corrupción porque hay que "intentar que las normas funcionen, todas ellas y que los comportamientos individuales estén fundamentados en la honestidad y la ética general".
"Hay voluntad reformadora, toda, pero hay que poner un punto de atención y reflexionar ante la convulsión y no trabajar sin saber qué vamos a crear", ha concluido.
