BARCELONA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, José Montilla, se postuló hoy como la única alternativa a un "Gobierno Mas-Piqué" y recordó la advertencia del líder del PP catalán de que no apoyará "gratis" a CiU para presentarse como la única forma de evitar que los populares entren en el Gobierno de la Generalitat.
El 1 de noviembre "los catalanes deberán escoger entre un gobierno presidido por un socialista que desarrolle políticas de progreso o un Gobierno Mas-Piqué que desarrolle políticas conservadoras", aseveró.
Montilla recordó que el líder de CiU, Artur Mas, "ya reconoció que no podría evitar recibir los votos del PP" y, a su vez, Piqué "ya le respondió que no sería gratis", en referencia al discurso del presidente del PP catalán este sábado, en el que advirtió a CiU que si quería su apoyo tras las elecciones debía ser a cambio de entrar en el Gobierno.
El dirigente socialista se mostró convencido de que "CiU hará todo lo posible por volver a gobernar y si puede pactará con el PP", aunque "Mas quiera esconderlo o negarlo".
SINTONÍA CON EL GOBIERNO CENTRAL
En una reunión con los miembros del grupo parlamentario PSC-CpC, Montilla aseguró que el "eje que vertebrará la acción" de su gobierno en caso de llegar a la Generalitat será el despliegue del nuevo Estatut, y señaló que la única garantía para "un buen despliegue" del texto es dar continuidad a "la buena sintonía entre el gobierno de Cataluña y el de España" que, según dijo, ha habido durante la etapa del tripartito.
Para Montilla, la reforma estatutaria "ha sido posible gracias a la buena sintonía" entre los Ejecutivos catalán y el español. El candidato socialista apostó por "continuar" esta buena relación y "terminar con la etapa en la que todo era culpa de los de fuera". "Se ha acabado la hora de buscar responsabilidades fuera" de Cataluña, afirmó.
"Hoy tenemos en las manos los instrumentos necesarios para garantizar la construcción de una sociedad de hombres y mujeres libres", de igualdad, bienestar social y progreso económico en Cataluña, aseguró Montilla.
El candidato socialista explicó que su proyecto pretende "ensanchar el espacio del catalanismo a partir del orgullo" que siente él mismo "de ser catalán" y que pretende hacer extensible a todos los ciudadanos, "tanto los nacidos en Cataluña como los que han llegado de fuera".
"Mi proyecto es el del catalanismo social que se sitúa en la estela trazada por el presidente Pasqual Maragall", aseguró Montilla, y añadió una apuesta por "contribuir al proyecto de la España plural que lidera José Luis Rodríguez Zapatero", defendiendo "el liberalismo y el federalismo europeo".
Por su parte, el presidente del PP en Cataluña y candidato a la Generalitat, Josep Piqué, advirtió hoy al líder de CiU, Artur Mas, que si no pacta con el Partido Popular no será president y se reeditará el tripartito. Piqué calificó de "palabrería hueca" la afirmación del jefe del Ejecutivo de que los 'populares' son la "nueva extrema derecha".
"Si CiU no suma con el PP más de 68 escaños, Mas no será president, y por lo tanto, que lo tenga muy presente, porque eso significaría que los otros tres partidos sí los suman, y que reeditarían otro tripartito", dijo Piqué en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press.
Añadió en este sentido que Mas puede pactar con cualquier otro partido, en alusión a ERC e IC, pero subrayó que habrá que ver si esos otros socios "le prefieren a él o a Montilla, que es otra pregunta que me parece bastante clara y que tiene una respuesta bastante clara".
Por todo ello, pidió al candidato de CiU que, "si quiere ser honesto", debería decir "con quien prefiere pactar, porque a lo mejor hay muchos ciudadanos que pueden pensar que si se vota a CiU al final estará gobernando el PSOE o ERC".
En todo caso, recordó a Artur Mas que si hoy es candidato y lo fue la vez anterior y si tuvo cargos en la Generalitat "se lo debe agradecer al PP, que prestaba apoyo parlamentario a CiU, lo hizo durante ocho años, y con muy poco agradecimiento por parte de CiU, siendo tratado con desprecio muchas veces". "Pase lo que pase --argumentó--, le digo a Mas que esas circunstancias no se van a repetir porque el PP tiene detrás de sí a centenares de miles de catalanes y merece el mismo respeto como mínimo que el resto de fuerzas".
Es más, avisó de que no habrá "cheques en blanco" porque entiende que "uno puede ir en política con una cierta petulancia o prepotencia, pero después la realidad política va a ser la que va a ser, y el 1 de noviembre por la noche la aritmética parlamentaria nos dirá cuales son los márgenes de maniobra de cada cual, y por eso creo que todos deberíamos ser más prudentes en estas cosas".
ZAPATERO, "DESBORDADO"
Por otro lado, replicó al presidente del Gobierno y señaló quedecir que el PP es la nueva extrema derecha es "palabrería hueca" y que en las últimas semanas se ha visto "desbordado" por una serie de problemas "y ahora usa palabrería hueca para desviar la atención de los ciudadanos".
Por ello, invitó a Rodríguez Zapatero a hacer una reflexión de si un presidente de Gobierno "puede intentar deslegitimar permanentemente al principal partido de la oposición, porque eso significa que se margina a muchos millones de ciudadanos, y eso sí que es grave".
Retó a quien quiera que "extraiga algún tipo de formulación política por parte del PP que nos pueda asimilar a eso que se llama extrema derecha". Admitió que dentro de los centenares de miles de catalanes que les votan, "o los millones de españoles que nos votan, hay diferentes sensibilidades, la derecha y el centro derecha, porque si no, es imposible gobernar España, pero la sensibilidad de extrema derecha no está dentro del PP".
Sí admitió que "hay grupúsculos de extrema derecha, es verdad que siempre se ha dicho que podría surgir alguna fuerza de extrema derecha a raíz sobre todo de los problemas asociados a los flujos migratorios, pero creo que ahora puede subsistir ese riesgo siempre y cuando se gestione la inmigración tan mal como lo está haciendo este Gobierno".