La mujer de 'El Chino', uno de los suicidas de Leganés, asegura que 'El Tunecino' "era el jefe y el que lo montó todo"

Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 11:29


MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

Rosa, la mujer de Jamal Ahmidad, 'El Chino', uno de los suicidas de Leganés (Madrid), asegura que su esposo no "quería ensuciarse las manos" en los atentados de la capital y apunta a Serhane Ben Abdelmajid, 'El Tunecino', era "el jefe" y el que "montó todo" para perpetrar los atentados del 11 de marzo.

En una entrevista concedida al diario 'El Pais', recogida por Europa Press, la esposa del considerado como jefe del comando que perpetró los atentados explica que su marido "estaba de operativo" dentro de la célula islamista que atentó en Madrid pero se mostró convencida de que "él no quiso ensuciarse las manos y dejó que fueran otros los que pusieran las bombas".

Asimismo, Rosa, española que no está imputada por los atentados y es testigo protegido en el juicio, señala que a las únicas personas supuestamente implicadas en el 11-M a las que conocía eran los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha, que también se suicidaron en Leganés.

Sobre este punto, dice que si los hermanos Oulad murieron en la piso de la calle Martín Gaite fue "por seguir" a su marido "porque eran sus recaderos". En cuanto a 'El Chino', asegura que su esposo, en una llamada el mismo día en que se inmoló en la vivienda de Leganés, le dijo que para él era "mejor morirse" y que no se iba a entregar.

Asimismo, reconoce que Jamal "habló poco" con ella ese mismo 3 de abril de 2004 y explica que durante esa breve conversación con su marido pudo escuchar como "de fondo se oía mucho cántico y mucho rezo". Añade que cuando su esposo estaba hablando con su madre se produjo la explosión que acabó con la vida de los siete terroristas islamistas.

Por último, Rosa recuerda cómo la misma mañana de los atentados, a las 12.00 horas, su marido le comunicó por teléfono que se iba a Francia. "Le dije: 'cómo has desaparecido así, cualquiera puede pensar que has sido tú'". "Me respondió: '¿Cómo?'. Se quedó de piedra impactado. Colgó el teléfono", relata en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación.