La mujer de Eguiguren critica en Madrid los "grupos de presión que buscan división" y pide no temer la identidad plural

Al centre, Rafaela Romero
EP
Actualizado: miércoles, 17 noviembre 2010 21:00

MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

Rafaela Romero, la Presidenta del Parlamento foral de Guipúzcoa y pareja sentimental del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, ha criticado hoy en Madrid los "nuevos aires totalitarios" y los "grupos de presión que quieren la división y el enfrentamiento" frente a los que ha defendido "liderazgos democráticos fuertes" que huyan de "sectarismos" y que no teman "la diversidad y la identidad plural".

"Para la regeneración democrática de la sociedad actual, es preciso que identifiquemos a aquellos grupos que fomentan el totalitarismo y la exclusión. Tenemos que prevenirnos frente a los nuevos aires totalitarios. Hay grupos de presión que quieren la división y el enfrentamiento. Aquellos que defienden el convencionalismo, el resentimiento, la agresividad, el extremismo y la polémica. Frente a eso, requerimos de un liderazgo democrático fuerte", ha dicho Romero en una conferencia, en la Universidad madrileña de Alcalá.

La presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, invitada por la Fundación Rodolfo Benito Samaniego ha apostado por "prevenir a la ciudadanía frente a los que le tienen miedo a las identidades plurales y a la diversidad" y ha defendido que "los responsables públicos e institucionales deben tener claro que hacen falta liderazgos políticos sólidos que no conciban la política como sinónimo de desmemoria, pasividad, zancadillas, chulerías y talento en el arte de mentir, sino de principios, ideologías, retos, propuestas y valentías".

En este contexto ha insistido en la necesidad de huir de "sectarismos, intransigencias y posiciones inamovibles" al tiempo que aboga por mantener la memoria: "pobre de la sociedad que niega su pasado y aborrece de su memoria".

A partir de ahí, ha explicado que "la deslegitimación del terrorismo y las víctimas de éste son dos tareas que corren paralelas". "La política debe reconocer la historia y el testimonio de las víctimas y debe trabajar frente a los violentos, privándoles del discurso de legitimación y justificación que pretenden", ha concluido.