ÁVILA, 8 Dic. (OTR/PRESS) -
El dolor fue el protagonista durante la jornada de hoy en El Tiemblo (Ávila), localidad natal del guardia civil Fernando Trapero, asesinado por ETA el pasado día 1 de diciembre en la localidad francesa de Capbreton, junto a su compañero Raúl Centeno. Allí, más de 3.000 personas secundaron la manifestación convocada por el consistorio por la paz y contra ETA después de que el cuerpo del agente fuera enterrado en el cementerio de la localidad. Tras finalizar la multitudinaria marcha, se leyó un manifiesto aprobado por todo el pleno de la localidad abulense, en el que además de condenar el "atentado criminal que ha costado la vida a dos jóvenes defensores de la libertad de todos los españoles", se exigió al Gobierno que ilegalice "a todos aquellos partidos y asociaciones" que no condenen la violencia, así como que "persiga con la fuerza de la justicia a todos aquellos que haciendo apología del terrorismo son igualmente culpables de este crimen".
Numerosos amigos de Trapero, familiares y compañeros de la Guardia Civil marcharon por las calles del pueblo tras la pancarta 'El Tiemblo por la paz, la libertad y la derrota de ETA', portada por los padres, la hermana y la novia de la última víctima de la barbarie terrorista. La manifestación partió de la plaza del Ayuntamiento para regresar de nuevo a ella, donde podían encontrarse numerosas velas así como una foto del agente, que permanecen en la puerta del edificio consistorial desde la vigilia celebrada el pasado miércoles por la noche.
Los momentos más emotivos tuvieron lugar cuando la marcha llegó hasta la puerta del domicilio de la familia del joven agente de la Benemérita y cuando, una vez finalizada la manifestación, se pudo escuchar la canción 'Todo tiene su fin', de El Barrio, uno de los grupos preferidos por el fallecido.
Tras conocer la triste noticia del fallecimiento del joven guardia civil, que pasó cuatro días ingresado en un hospital de la localidad vascofrancesa de Baiona intentando recuperarse, sin éxito, de los daños sufridos tras recibir los disparos de los etarras, el Ayuntamiento de su localidad natal convocó un pleno extraordinario en el que se aprobó, por unanimidad, dar su nombre a una calle del municipio y decretar tres días de luto, así como la redacción de un manifiesto conjunto que el alcalde de El Tiemblo, Rubén Rodríguez, leyó tras la marcha de hoy.
ILEGALIZACIÓN DE LOS QUE NO CONDENEN LA VIOLENCIA
Así, todos los partidos condenaron "el atentado criminal que ha costado la vida a dos jóvenes defensores de la libertad de todos los españoles" subrayando "la unión existente entre las fuerzas políticas que componen el pleno para reiterar esta condena unánime". De esta forma, quisieron "destacar el impecable comportamiento de nuestro pueblo, de los vecinos y familiares de Fernando, que con entereza, valor y humildad están sufriendo estos duros momentos", un "comportamiento propio de hombres y mujeres de bien" que "nos legitima doblemente para reivindicar justicia".
Por otro lado, exigieron al Gobierno que promueva la ilegalización de "todos aquellos partidos y asociaciones" que no condenaron el atentado, y que "persiga con la fuerza de la justicia a todos aquellos que haciendo apología del terrorismo son igualmente culpables de este crimen". Asimismo, pidieron "la unidad de todas las fuerzas políticas democráticas, con el principal fin de hacer justicia a todas las víctimas del terrorismo".
"SOIS UNOS ASESINOS, HIJOS DE PUTA"
Un amigo de Trapero, 'Juanga', realizó unas declaraciones en nombre del grupo de amigos de la víctima y aseguró que "estamos orgullosos porque luchó por su vida hasta que detuvieron a sus asesinos", además de recordar las últimas palabras del agente, que salieron a la luz ayer tras descubrirse una grabación realizada en el interior del coche de los guardias civiles, lugar en el que previsiblemente fueron asesinados. Al parecer, después de que los etarras se sentaran en el asiento trasero del vehículo y llamaran "txakurras (perros)" a los miembros del Cuerpo Armado, Trapero les espetó: "Sois unos asesinos, hijos de puta".
Además del alcalde Rubén Rodríguez, la manifestación contó con la presencia de diversos representantes políticos e institucionales, como el vicepresidente de la Diputación de Ávila, Miguel Ángel Sánchez Caro; el presidente del PP abulense y senador Antolín Sanz, y el diputado y secretario provincial del PSOE, Pedro José Muñoz.