Nueve meses de prisión por un delito de exhibicionismo ante un menor en Cantabria al que ofreció dinero

Actualizado: martes, 18 noviembre 2008 14:40

SANTANDER, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de nueve meses de prisión impuesta a un hombre por un delito de exhibicionismo cometido contra un menor al que ofreció dinero para que le observara mientras se masturbaba.

La sentencia, recogida por Europa Press, desestima así el recurso presentado por el acusado, José Mª S.I., contra el fallo condenatorio dictado el pasado 23 de mayo por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que también le impuso una indemnización de 3.000 euros en favor de la víctima.

El tribunal de apelación mantiene, como hechos probados, los recogidos en la sentencia de instancia, según la cual, el acusado coincidió con el menor, de 12 años de edad, en la tarde del pasado 9 de mayo, en los lavabos de la estación de Renfe en Santander.

El procesado ofreció dinero al niño para que le viera masturbarse, para lo cual, se dirigió hacia unos setos situados en la parte posterior del parking de la estación, siendo seguido por el menor, lo que fue observado por una limpiadora que avisó a un vigilante de Renfe, quien sorprendió al encausado tocándose el pene ante el niño.

Por estos hechos, el acusado fue condenado a nueve meses de prisión y a pagar una indemnización de 3.000 euros, sentencia que recurrió alegando que fue al parking a orinar porque padece prostatitis, y también basándose en la contradicción de la declaración realizada por el menor, quien, en Comisaría dijo que no sabía por qué le había seguido, después señaló que lo hizo "por curiosidad" y en el juicio afirmó que el encausado le había ofrecido dinero.

La Audiencia Provincial rechaza los alegatos del procesado y destaca el testimonio de la limpiadora de la estación, quien narró que "un señor de unos 58 años" había entrado en los lavabos, seguido de un niño, y que ambos habían salido poco después, mirando el menor "a todos lados" lo que levantó sus sospechas e hizo que se lo comunicara al vigilante jurado de Renfe, quien afirmó que el acusado era conocido y estaba pendiente de él porque era "un chapero".

Dicho vigilante afirmó que, ante la advertencia de la señora de la limpieza, fue al parking y observó, detrás de un seto, al acusado, con el pene en la mano y el menor a su lado, y que al acercarse, aquél intentó irse, procediendo el vigilante a la retención de ambos, hasta que llegó la policía.

También tiene en cuenta el tribunal la declaración del menor, quien señaló que el acusado le pidió que fuera con él y que le ofreció dinero porque le viera mientras se masturbaba, algo que no era la primera vez que le sucedía. Además, la sentencia considera "lógica" la explicación dada por la víctima, respecto a que había dado dos versiones por miedo a su padre.

Así, la sentencia confirma íntegramente el fallo de instancia que condenó al encausado por un delito de exhibicionismo, y le impone además las costas del recurso de alzada.