La oposición acusa a Botella de improvisar, con tres equipos en un año

Ana Botella
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 14 enero 2013 13:54


MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

La oposición en el Ayuntamiento de Madrid (PSOE, IU y UPyD) ha acusado a la alcaldesa, Ana Botella, de caer en la "improvisación" y de "no entenderse a sí mismos" tras el nombramiento de tres equipos de gobierno distintos en año y medio, mientras que la 'popular' ha defendido la última reorganización de su Junta en nombre de la "austeridad".

Lo ha hecho este lunes en un Pleno extraordinario en el que se ha dado cuenta de la renuncia a su escaño del hasta ahora vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, y de la nueva composición de las comisiones permanentes. La sesión ha sido especialmente tensa y crispada, especialmente entre la alcaldesa y el portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, que ha llegado incluso al insulto personal. Así, ha dicho de Botella que es la regidora "pasmada" y que "le falta inteligencia".

Desde el estrado la primera edil ha reprendido al socialista. "Es usted un maleducado", le ha dicho, después de arremeter contra la situación interna del PSM y las comentadas desavenencias entre Lissavetzky y el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. "Yo puedo decidir quién se sienta a mi lado, usted no", le ha contestado la alcaldesa.

El primero en tomar la palabra en el Pleno más tenso de los vividos hasta el momento ha sido el portavoz de UPyD, David Ortega, que ha pedido a la bancada del PP que "repiense su concepto de permanencia" tras tres remodelaciones en año y medio y a pesar de tener la mayoría absoluta. "Ustedes tienen un serio problema de planificación e improvisación", ha añadido después de recordar que los primeros siete puestos de la lista con la que concurrieron a las municipales de 2011 ya no están en el Ayuntamiento.

MEJOR EL CUENTO DE BLANCANIEVES

Por su parte, el portavoz de IU, Ángel Pérez, ha puesto en duda que se remodele el gobierno para ahorrar llegando a decir que se cree más otros cuentos. "Me gusta más el de Blancanieves, es más social. Los enanitos la defienden, se va con el príncipe mientras los enanitos siguen trabajando en el bosque", ha afirmado irónicamente.

En ese sentido, el concejal ha sugerido "llamar" al exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Juan José Güemes, "quien puede sacar a concurso el gobierno en dos o tres meses" a raíz de la polémica por su participación como consejero en la empresa que gestiona los análisis clínicos de los hospitales del sur de la región.

A eso ha sumado que el de Botella no es un gobierno sino que son "delegados de otros gobiernos, el de la Nación y el de la Comunidad". "Cómo se organice nos da igual, nos importa su proyecto, queremos saber si su prioridad es la deuda y los servicios públicos o la deuda y las privatizaciones", ha zanjado Pérez.

El momento más tenso del Pleno ha venido de la mano de Lissavetzky, quien ha dicho que no se creía la "rocambolesca" explicación de que la remodelación de gobierno se basa en la austeridad. Ha acusado a Botella de aplicar el "austericidio" y de "bunkerizarse", cuando Madrid necesita alguien con liderazgo y capacidad de gestión, algo que dice que le faltan a la regidora.

Botella ha seguido defendiendo que su decisión está totalmente planificada teniendo en cuenta que el actual presupuesto vuelve a los niveles de 2005 aunque con una gestión mayor. "Cualquiera de las remodelaciones que llevamos acometiendo desde 2008 va en esa dirección, en ir disminuyendo. En la última fusionamos organismos autónomos y empresas públicas y disminuimos órganos directivos y eventuales", ha subrayado.

"FÁBRICA DE DESEMPLEADOS"

"Ustedes siempre piensan que queremos ajustar cuentas como si fuera un objetivo en sí mismo cuando no es así, lo hacemos para mejorar la situación de cara a las generaciones siguientes", ha declarado la primera edil. En este punto, la alcaldesa ha confesado que Lissavetzly la deja "pasmada" cuando el partido en el que milita fue "una fábrica de desempleados".

Tras el Pleno, el portavoz del Gobierno, Enrique Núñez, ha reprochado el tono de Lissavetzky, al que ha acusado de hacer méritos para "intentar conseguir ser candidato a la Alcaldía". Piensa que el socialista "ha transgredido un límite de lo que es la cortesía parlamentaria con esas salidas de tono", ha concluido.