Pasan a disposición judicial los detenidos en Gijón por pertenecer a una banda que prostituía a mujeres con ritos vudús

GIJÓN 22 May. (EUROPA PRESS) -

Los tres detenidos en Gijón en relación a una banda que se dedicaba a la prostitución de mujeres sometiéndoles con ritos vudús pasaron esta mañana a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Gijón, según confirmaron a Europa Press fuentes policiales.

Los detenidos son el nigeriano Darlington O., de 40 años de edad, que era considerado como principal cabecilla en la trama gijonesa y estaba buscado por el juzgado de Huelva encargado de la investigación; Anthonia M., también nigeriana de 28 años de edad con antecedentes por daños y robo con violencia y Salvador F. A., vecino de Gijón de 59 años. Asimismo, fue detenida Helen O., de 27 años, que se encontraba en un piso que fue registrado por la policia y se encuentra en situación irregular aunque no consta que formase parte de la trama.

Los tres detenidos están considerados como presuntos autores de los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y asociación ilícita.

Las detenciones se produjeron en el marco de una investigación iniciada en Sevilla tras la denuncia de una mujer que era víctima de la red.

La infraestructura de la red implantada en Nigeria estaba formada por amigos y familiares de los cabecillas asentados en España. Su actividad principal consistía en captar con falsas promesas de bienestar a mujeres para ser traficadas hacia países de la Unión Europea.

Además de captar a las víctimas realizaban rituales de vudú -les cortaban mechones de pelo o les cogían efectos personales- con los que llevaban a cabo magia negra destinada, según sus convicciones, a inculcarles miedo con el fin de tenerlas siempre controladas bajo la amenaza de 'destruir su alma' o de 'volverlas locas'.

Una vez captadas en Nigeria, el "pasador" acompañaba a las mujeres desde Nigeria hasta Libia, a través de Benín y Níger, vía terrestre. El viaje lo realizaban en camiones y en autobuses, y era el responsable de controlar todos sus movimientos además de facilitarles documentación falsificada para pasar los controles fronterizos.

Una vez en las costas de Libia, las mujeres eran alojadas en los "pisos patera" de que dispone la organización hasta que contactaban con otros traficantes de la costa, con conocimientos de navegación, para buscar una embarcación y cruzar el mar hasta Italia.

Posteriormente, los miembros de la red establecidos en Italia ocultaban en pisos a las mujeres hasta que viajaban a España provistas de documentación falsa. Una vez en nuestro país eran obligadas a ejercer la prostitución en clubes de alterne.

Todo el dinero que obtenían las mujeres explotadas era recogido periódicamente por las 'mamys' hasta que saldaban la deuda contraída con la organización, que normalmente asciende hasta unos 50.000 euros por persona y viaje.

Entre el material intervenido hay efectos empleados para la práctica de rituales de vudú, así como equipos informáticos, documentación, numerosos pasaportes y dinero en efectivo.