La nueva Comisión Ejecutiva aprobada en el VI Congreso de los socialistas de Bizkaia recibe un apoyo del 94%
BILBAO, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del PSE-EE de Bizkaia, José Antonio Pastor, fue reelegido hoy en su cargo tras lograr su candidatura, la única presentada, el 94,3 por ciento de los votos en el VI Congreso de la formación. En su discurso ante los delegados socialistas vizcaínos, advirtió de que "se acaba la lectura obligatoriamente nacionalista de la realidad vasca".
Además, también fue elegida con un apoyo del 94 por ciento la nueva Comisión Ejecutiva, que se renueva casi en un 50 por ciento y cuenta con dos integrantes menos que la anterior.
Pastor, que fue alcalde de Ortuella durante más de una década y que inició hoy su tercer mandato como secretario general de los socialistas vizcaínos, acusó en su intervención "al PNV y otros grupos nacionalistas" de vivir "prisioneros de su visión cerrada y excluyente de Euskadi".
Asimismo, destacó que el hecho de que Euskadi cuente con un lehendakari socialista "no es una anécdota ni una circunstancia excepcional", como tampoco "una cuestión de Estado pensada y dirigida desde algún contubernio fuera de Euskadi", algo que ya "sólo lo piensan los menos avispados dentro del nacionalismo".
De igual forma, recordó que las anteriores iniciativas del Gobierno vasco que dirigía Juan José Ibarretxe, "todos aquellos planes", no están ya "en la agenda de nadie" actualmente, cuando los socialistas van a ser "los protagonistas de este nuevo tiempo".
"Se ha iniciado el final de la lectura obligadamente nacionalista de la realidad vasca. Ése es el primer cambio que me parece que hay que marcar. Entender el País Vasco desde una óptica nacionalista es una posibilidad legítima pero ya no es la única forma admisible de interpretar Euskadi", añadió.
Además, aseguró que estamos asistiendo al "agotamiento del terrorismo y al reconocimiento irreprochable de la legitimidad de la democracia", apoyada "incluso" por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Según Pastor, "ETA y sus mayordomos ya tienen toda la información que precisan para darse cuenta de que nunca van a conseguir nada, ni una sola concesión del Estado democrático" y, por lo tanto, resta por saber "cuanto tiempo van a tardar en darse cuenta de ello".
NUEVOS ÓRGANOS
Además de la Secretaría General, en el VI Congreso de los socialistas vizcaínos fueron elegidos el resto de órganos directivos, incluyendo el Comité Provincial (aprobado con el 97,2% de los votos) y la nueva Comisión Ejecutiva, aprobada con el 94,1 por ciento de los votos de los delegados y compuesta, además de por José Antonio Pastor como secretario general, por Txema Rodríguez como presidente, Melchor Gil como vicesecretario general e Iñaki Egaña como secretario de Organización.
Asimismo, el resto de áreas de la Comisión Ejecutiva del PSE-EE de Bizkaia, con dos miembros menos y renovada casi en un 50 por ciento respecto de la anterior, se reparten entre Begoña Gil en la Secretaría Institucional, Juan Otermin en Estudios y Programas, Janire Galarraga en Economía y Empleo, Susana González en Libertades Públicas o Gorka Echabe en Medio Ambiente.
De igual forma, Francisco Hernández se encarga de Relaciones con las Administraciones Locales, Óscar Seco de Movimientos Sociales, Ana Belén Quijada de Igualdad, Alfonso García de Infraestructura, Javier Cruz de Transportes, Isabel Cadaval de Movilización, Isaac Fernández de Sostenibilidad y Alain Coloma de Innovación y Nuevas Tecnologías.
Como vocales, también integran la Comisión Ejecutiva Joaquín Colmenero, Ricardo Villanueva, Marisa González, Txema Oleaga, Idoia Mendia, Lentxu Rubial, Daniel Arranz, Lis Justel, Jesús Mª G. Suances, Maite Arana, Mª Carmen Muñoz, Pilar Souto, Fernando Castillo, Loli Torres, Javier G. Olazabal, Marta Ares, Benjamín Respaldiza y Leire Cabado.
RESOLUCIÓN POLÍTICA
El VI Congreso del PSE-EE de Bizkaia también aprobó hoy por unanimidad su Resolución Política, en la que apuesta por liderar una "nueva Bizkaia" en la que se "arrinconen las obsesiones identitarias" y se logren acuerdos en las "cuestiones fundamentales", porque se aprecia "un cansancio por parte de un gran sector" de la sociedad que "pide que se produzca, también en Bizkaia, la alternancia, el cambio tranquilo" que ha protagonizado Patxi López en el Gobierno vasco.
El objetivo de los socialistas vizcaínos es lograr un Gobierno foral que "colabore lealmente" con el Ejecutivo vasco y no sea "títere de intereses políticos y económicos inconfesables", ni realice "anuncios y promesas electorales que el tiempo demuestra que han sido falsos y oportunistas".
En este sentido, defiende que Bizkaia debe "abandonar la crispación, las falsas promesas, la propaganda, la agitación política y la crítica indiscriminada", con un Gobierno foral que debe dejar de "buscar adversarios imaginarios y asumir su responsabilidad de gobernar por la senda del acuerdo y no de la imposición".
De igual forma, la Resolución Política del PSE-EE de Bizkaia busca que la Constitución y el Estatuto de Gernika no sean "fósiles que impidan futuros puntos de encuentro", siempre desde la defensa del sistema democrático.
"El nuestro se ha convertido en un partido clave para el fin de la violencia terrorista. Todos los partidos pueden ayudar a que estas esperanzas se conviertan en realidad, pero el PSE-EE, con el liderazgo de nuestro lehendakari, Patxi López, tiene una oportunidad única para convertirse en cauce de diálogo y en nexo para los acuerdos", añade.
Asimismo, la Resolución Política apuesta por alcanzar el liderazgo de las instituciones "más influyentes" en las elecciones municipales y forales, con compromisos frente al terrorismo, con las libertades y derechos de ciudadanía, con la regeneración democrática y ética y con la transparencia en la gestión pública, frente a la crisis, con el autogobierno vasco, con los derechos sociales, con la vivienda para todos, con la cultura vasca en euskera y castellano y con los ayuntamientos.
El congreso de los socialistas vizcaínos contó con la presencia de los consejeros del Gobierno vasco Idoia Mendia, Rodolfo Ares e Iñaki Arriola, así como del delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces.
